Sensacional partido el vivido en el Chase Center. Duelo en las alturas mediáticas entre Warriors y Lakers, equipos que elevaron su nivel discreto de la temporada regular hasta ofrecer un partidazo que se resolvió en dos prórroga a favor de los angelinos.
Duelo de altos vuelos el protagonizado por dos jugadores longevos, incombustibles, admirables: el local Stephen Curry y el visitante LeBron James. Uno tiene 35 años; el otro anda ya por los 39. Pero el tiempo parece ser relativo cuando se trata de ellos.
LeBron firmó un triple-doble de impresión, más aún estando ya tan cerca de los 40. Nada menos que 36 puntos, 20 rebotes y 12 asistencias, con un 14 de 25 en campo, jugando 48 minutos. Su físico es de otro planeta, y su mentalidad también. Y, por si fuera poco, anotó los 2 libres que dieron el triunfo a los suyos, cuando restaban 1,2 segundos para el final de la segunda prórroga. Con esos 2 libres se resarció del tiro potencialmente ganador que erró sobre la bocina de la primera prórroga.
Para poner en situación el logro estadístico de LeBron y su partidazo, hay que decir que James es el primer jugador de Lakers que hace un 30-20-10 desde que lo consiguiera Kareem Abdul-Jabbar en 1976.
En cuanto a Curry, lo dio todo hasta la extenuación. Prueba de ello es este doble dato: lanzó 35 tiros de campo, de ellos 21 fueron lanzamientos triples. Acabó Curry con 46 puntos, 7 asistencias y 9 triples. Forzó la primera prórroga con una jugada magistral y en el segundo tiempo extra anotó un triple a 4,7 segundos del final que puso el 144-143 y que hubiera supuesto el triunfo de los suyos de lo haber llegado poco después los 2 libres vencedores de LeBron.
El partido tuvo 3 finales, a cada cual más apasionante y lleno de detalles y matices.
El final del tiempo normalizado, el del último cuarto, tuvo su aquel. Incluyó un salto entre dos a 22,3 segundos del final porque uno de los árbitros puso en funcionamiento su silbato por error e incluyó una falta de Draymond Green a Anthony Davis a 14,7 de la definición que bien podría haber sido una falta flagrante. Pero sobre todo tuvo una solución magistral de Curry para llevar el partido a la prórroga.
Warriors fue capaz de fabricar dos obras maestras para forzar la primera prórroga y luego la segunda. La primera obra maestra fue de carácter individual y la segunda fue de naturaleza colectiva.
Golden State igualó a 118 con un jugadón de Curry volviendo loco a Davis. Faltaban 5,9 segundos para concluir el cuarto cuarto; y Golden State empató a 130 con también 5,9 segundos para terminar la primera prórroga tras una jugada nacida de la pizarra de Steve Kerr que culminó con un triple Klay Thompson.
Llegado el segundo tiempo extra, el propio Curry metió un triple potencialmente ganador, el 144-143, a 4,7 segundos del final tras un bloqueo muy al límite de Draymond Green que llevó a Jarred Vanderbilt, partidazo el suyo, al suelo. Pero aquí ya no hubo 'milagro', porque LeBron ganó el partido a partir de una penetración decidida que acabó en falta.
Las faltas tuvieron su importancia. Warriors perdió por 6 faltas a Andrew Wiggins y Klay Thompson. Le pitaron a los locales 34 faltas, su quinteto inicial acabó cargadísimo, por 21 a los visitantes, lo que redundó en que los locales lanzaran 16 libres y los visitantes 43. Más allá de ello, fue un partido maravilloso que cualquiera de los dos equipos pudo haber ganado.
Lakers vio cómo Anthony Davis aguantaba renqueante en pista tras haber tenido que irse en un momento dado lesionado a los vestuarios. Regresó y aguantó el tipo para terminar con 29 puntos, 13 rebotes y 4 tapones.
D'Angelo Russell, que está en un gran momento, sumó 28 puntos y se movió bien en los tiempos decisivos, Austin Reaves acabó con 17 más 6 asistencias y el bueno de Vanderbilt jugó 41 minutos porque por momentos pareció tener el don de la ubicuidad. Gran noche la suya con 14 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 4 robos de balón. Intensidad máxima.
En Warriors, además del exuberante Curry, 24 puntos de Klay Thompson, que no tuvo su mejor día en el tiro, pero que mejoró mucho tras una horrible primera parte, como le pasó a Russell, 22 puntos y 9 rebotes de Jonathan Kuminga y 22 puntos de Andrew Wiggins, pero la mejor noticia para Golden State vino de la mano de Draymond Green.
Sí, Warriors pareció recuperar al mejor Draymond Green, como si de nuevo tuviéramos ante nuestros ojos al jugador constructor de títulos. Sumó 8 puntos, 14 rebotes, 11 asistencias y 3 recuperaciones de balón.
En definitiva, el Chase Center vivió un partido maravilloso, siendo uno de sus testigos Pau Gasol, al que se le vio disfrutar del juego.