Ricky Rubio ha sido hoy noticia por una doble vía. Por una parte, se ha conocido que el jugador ha pedido entrenar con el FC Barcelona. Por otra, Rubio ha concedido una entrevista a The Athletic en la que se ha sincerado sobre su estado actual.
Rubio dejó el baloncesto el pasado verano justo cuando iba a acometer con España el Mundial. Lo hizo debido a problemas serios de salud mental que requerían ser abordados, dejando de un lado la competición.
Han transcurrido casi 6 meses desde aquel duro episodio y Ricky sigue sin jugar, pero su solicitud para entrenar con el FC Barcelona abre una puerta, primeriza todavía, para su recuperación y habla bien a las claras de que el jugador está avanzando por el buen camino.
Ricky ha rememorado con The Athletic sus peores momentos, así como su estado actual y su carrera deportiva.
"Tengo escalofríos pensando en los días en los que todo era oscuro. Había algo que me nublaba la mente, algo que no podía superar", ha explicado el internacional español, para luego reconocer que se encuentra mejor: "Ahora estoy mucho mejor, con la ayuda que necesitaba recibir, y me estoy reconstruyendo de dentro a fuera y no de fuera hacia dentro".
El base catalán, que afirma que espera que no se encuentre ante el final de su carrera, reconoce que aún le queda camino para recuperarse plenamente. "Todavía estoy en un proceso de recuperación, he pasado por un shock muy grande", indica, tras recordar, tal y como lo hiciera en su día, que la noche del 30 de julio de 2023 fue "una de las noches más duras de mi vida". Esa noche su mente llegó a un punto que exigió dejar de un lado el baloncesto y centrarse en su recuperación mental.
El exjugador de la NBA deja en la entrevista una frase que le define: "Prefiero ser una buena persona que un gran jugador".