Partido álgido en el TD Garden entre el líder de la Conferencia Este, Celtics, y el líder de la Conferencia Oeste, Timberwolves, un duelo en todo lo alto que para nada defraudó. Pelea de tú a tú resuelta en la prórroga. Victoria local por 127-120 con 45 puntos de un crucial Jayson Tatum.
Se da la circunstancia de que Timberwolves había ganado esta temporada, en el mes de noviembre, a Celtics en un partido que también se resolvió en la prórroga.
El apurado triunfo de Boston le mantiene como equipo invicto en casa, con una marca de 18-0 que jamás obtuvo en su trayectoria de franquicia histórica, para situarse con 29-8 por el 26-11 de los T-Wolves. Ambos siguen liderando con mano firme sus respectivas conferencias.
Esos 18 triunfos seguidos en casa se van hasta 25 victorias seguidas como local en temporada regular si le sumamos el final de la pasada fase regular. El Garden se ha convertido en un auténtico fortín, un fortín que para Minnesota Timberwolves es fruta prohibida desde 2005, y es que el equipo de Mineápolis se acerca ya a las dos décadas sin ganar en Boston.
Esta vez estuvo cerca, muy cerca, pero la mejor versión de Tatum acabó con sus ilusiones.
El alero local anotó 45 puntos, de los cuales 14 llegaron en el último cuarto y otros 12 los metió en la prórroga. Encestó 6 triples y un 13 de 14 en libres.
Fue día de Jays. Entre Tatum y Jaylen Brown se fueron a 80 puntos con 10 triples y 26 de 27 en libres. Brown acabó con 35 puntos, 11 rebotes y 13 libres sin fallo.
Muy lejos de ellos Jrue Holiday (12 puntos), que fue el artífice de la jugada crucial del partido en la prórroga y de un triple decisivo en el final del último cuarto, y Al Horford (9 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias), que fue titular y disputó 38 minutos.
No jugaron en el partido ni el local Kristaps Porzingis ni los visitantes Mike Conley y Rudy Gobert. No hay que olvidar que Minnesota había jugado 24 horas antes ante Orlando, siendo aún más meritorio su rendimiento por ese motivo y por afrontar el juego sin dos de sus titulares.
En Minnesota, 29 puntos de Anthony Edwards y gran partido de Karl-Anthony Towns en el duelo dominicano con Horford. Hizo Towns 25 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias en 44 minutos antes de caer eliminado por faltas. Naz Reid añadió 19 puntos, 10 rebotes y 3 tapones.
Respondieron además los titulares de nuevo cuño Kyle Anderson, jugador que es un seguro de vida, y Nickeil Alexander-Walker. El primero hizo 17 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias y el segundo sumó 15 tantos.
Partido muy equilibrado, con igualdad en los tableros, con escasas pérdidas de balón por parte de ambos equipos y con un acierto bárbaro desde la línea de libres, con solo 3 fallados entre las dos escuadras tras lanzar un total de 51.
Minnesota tuvo el encuentro casi en su mano en el desenlace del último cuarto, cuando se puso 102-109, pero ahí surgió Tatum, con una penetración, con un triple y con un libre, 6 puntos consecutivos que acercaron a los suyos y que se alargaron hasta un parcial de 9-0 (parcial de 14-3 si sumamos 3 minutos de juego) gracias a un triple providencial de Jrue Holiday, que sería decisivo en esta definición y más tarde en la resolución de la prórroga.
Con 111-109 respondió Edwards con 2 libres para el 111-111 con 8,5 segundos por jugar, y Tatum no pudo resolver en la última jugada ante la muy buena defensa de McDaniels.
Bien se resarció Tatum de ese fallo llegado el tiempo extra, ya que Tatum anotó 12 puntos en la prórroga y culminó la gran jugada del partido, por decisiva, que partió de una acción defensiva de Holiday.
Antes, Jaden McDaniels había quedado eliminado a 4:16 del final, importante momento, al cometer su sexta falta.
Se entró en el minuto final con gran igualdad y Tatum definió. Puso Tatum el 122-120 y acto seguido llegó la jugada decisiva: Holiday robó un balón, avanzó botando desde su lado del campo y asistió a un Tatum que se había desmarcado de forma ejemplar en el triple, y Tatum clavó el triple. Era el 125-120 con 49,8 segundos por jugar. Ahí radicó la clave. Porque más tarde ni Edwards ni Towns fueron capaces de concretar sus tiros.
El TD Garden seguía siendo territorio vedado para cualquier rival esta temporada y para Minnesota desde hace casi un par de décadas. Estos Celtics permanecen en lo más alto.