Pasaban por el Chase Center unos Pelicans en excelente forma y la debacle de los Warriors fue de esas que no se olvidan fácilmente. Ridículo mayúsculo en materia defensiva de un equipo que anda completamente perdido.
Pelicans venía de endosarle un tremendo 100-133 a los Kings en Sacramento para esta noche imponerse 105-141 a los Warriors en San Francisco. Eso debe ser el auténtico sueño californiano. ¡Vaya par de victorias!
El equipo de Nueva Orleans engarza ya 6 triunfos en sus últimos 7 partidos y se coloca con un muy convincente 23-15, frente al áspero 17-20 de unos Warriors que fueron abucheados por su muy frustrado público, que ya no sabe muy bien qué pensar.
Sin Draymond Green y sin Chris Paul, Warriors tuvo como máximos anotadores al hasta hace un rato defenestrado Moses Moody (21 puntos) y al joven Trayce Jackson Davis (19 puntos), que es el único brote verde que se puede ver ahora mismo en este equipo. Un dúo que ya da para mucho pensar que sea el dúo que comande el ataque de Warriors. Otra noche sin vida de Stephen Curry (15 puntos) y Klay Thompson (13). Ninguno de ellos dio un paso al frente ante tan delicada situación.
De Andrew Wiggins mejor no hablar. Es el alero canadiense un auténtico expediente X. Anda Wiggins en un pozo negro, muy negro, lejos queda aquel jugador que fue clave en la consecución del último título de los Warriors, y no parece levantar cabeza.
Pelicans está en otra pantalla, andan los de Nueva Orleans en el momento más dulce de la temporada, con una ofensiva estimulante que empieza a dar sus frutos.
El equipo visitante anotó el 57,4% de sus tiros de campo, metió 19 triples rozando el 50%, sumó 37 asistencias y tuvo a 8 jugadores en dobles figuras encestadoras en un partido que se resolvió por la vía rápìda, porque todo quedó prácticamente finiquitado en el primer cuarto.
Primer cuarto de pesadilla para el equipo local, bochorno de Golden State al más alto nivel. En los primeros 12 minutos... 27-46. Eso sí que es empezar sin dar palo al agua. Pelicans metió el 65,4% de sus tiros en ese primer cuarto en el que bombardeó a su rival con 9 triples y asistió 13 de sus 17 canasta. Warriors perdió en esos primeros 12 minutos 7 balones, y ya no se recuperó en todo el partido.
Fue ese primer cuarto un ejemplo sublime de juego colectivo de Pelicans, ¡con los 9 jugadores que puso en pista en el cuarto anotando puntos!
Jonas Valanciunas dominó la zona a su antojo toda la noche, con 21 puntos y 9 rebotes jugando solo 21 minutos. Además, 19 puntos y 7 asistencias de Zion Williamson, 16 tantos y 6 pases de canasta de Trey Murphy III y 14 puntos y 8 asistencias de C.J. McCollum.
Pelicans es ahora mismo un asesino silente. No hace ruido, poco se habla del equipo, pero en estos momentos está que muerde, viviendo un momento realmente dulce, justo en las antípodas de unos Warriors desnortados que no ven la luz al final del túnel.