No era tal vez el mejor reclamo posible, pero el Magic-Hawks deparó emoción hasta el último segundo, algo que agradeció la parroquia mexicana que se congregó en masa en el Arena de Ciudad de México para ver otro partido de temporada regular.
Era la 32ª ocasión en la que la NBA pisaba México (30 en Ciudad de México y 2 en Monterrey) entre pretemporada y temporada regular, una cita que la mejor liga del mundo ha ido teniendo desde 1992 con su país vecino y que va a seguir teniendo, porque en el marco del partido el comisionado de la liga, Adam Silver, ya avanzó que México volverá a tener temporada regular en el curso 2024-2025. La única duda es si se jugará un partido o se disputarán dos.
Orlando jugaba en Ciudad de México después de que pasaran 10 años desde su anterior partido en la capital mexicana y Atlanta hacía su debut en estas lides, y lo hacía ganando, no sin apuros, tal y como refleja el 119-120 final.
Dos jugadores en Hawks por encima de todos: Trae Young y Dejounte Murray.
Young terminó con 41 puntos, 8 asistencias y 3 robos tras dejarnos un prodigioso primer tiempo en el que anotó 33 puntos. Una bocanada de aire puro para el base de Hawks, que había empezado completamente errático la temporada, con 7 partidos en los que presentaba un 33,6% en el tiro de campo y un 27,3% desde el triple.
Murray, mientras, fue el ejecutor final. Un triple suyo faltando 31 segundos puso el 119-120 que fue a la postre definitivo. Terminó con 16 puntos.
Atlanta (5-3) tuvo además a Jalen Johnson con 19 puntos y 9 rebotes y a Bogdan Bogdanovic con 15 tantos y 3 recuperaciones.
Orlando (4-4), cuya suplencia brilló con luz propia, tuvo a Jalen Suggs con 21 puntos, 6 robos y un 4 de 5 desde el triple y a Paolo Banchero con 17 puntos y 8 rebotes, siendo 7 los jugadores del equipo que alcanzaron o superaron la barrera de los 10 puntos.
El partido tuvo dos tiempos bien diferenciados. Un primero netamente ofensivo (69-73), donde las defensas escaseando en favor del espectáculo fácil. Y un segundo en el que se hizo más difícil anotar, según subió la intensidad en la retaguardia (50-47).
El alemán Franz Wagner adelantó a los suyos 119-117, pero Dejounte Murray decidió el partido con un triple faltando 31 segundos, toda vez que Paolo Banchero no acertó con el tiro final.