Surgieron ciertas dudas a última hora sobre si Scoot Henderson iba a superar o no a Brandon Miller en el draft. No fue así. Charlotte Hornets eligió como número 2 a Miller y Portland Trail Blazers se quedó en el puesto 3 con Henderson.
En Hornets prevaleció el roster. El equipo tiene a un base estelar como es LaMelo Ball y prefirió no elegir a otro base como Henderson, quedándose con Miller, un alero de 2,06 de altura. El jugador más atractivo en el draft de 2023 procedente de la NCAA.
El ex de Alabama promedió como universitario 18,8 puntos, 8,2 rebotes y 2,1 asistencias, con un notable 38% desde el triple.
Estamos ante un jugador que aúna defensa, es un gran defensor, y tiro triple. Dos aspectos cruciales para aportar en la NBA.
Miller tiene técnica, tiene físico, posee velocidad y manejo y es bueno tanto en el uno contra uno como en el pick and roll. Le falta algo de potencia y hacer más daño en las penetraciones al aro, siendo además un pasador simplemente correcto, poco más que eso. Un notable jugador.
Mientras, Blazers se queda con Henderson, lo que es un claro indicio de que el tiempo de Damian Lillard con su equipo de siempre ha llegado a su fin.
Llega a Portland un base puro de grandísimo nivel, cuyo único punto negro hasta la fecha es su tiro desde la larga distancia.
Henderson es un base de 1,88 que brilló en la G League con el equipo Ignite, con el que promedió 17,6 puntos, 5,1 rebotes y 6,4 asistencias.
Puede ser un buen defensor, pero ha de mejorar en dicha faceta. Por lo demás, es un jugador excelente, con gran capacidad atlética. Sobresaliente jugador ofensivo, ágil, veloz, explosivo, con buena visión de juego, finalizador de primer nivel, un anotador notabilísimo. Tiene un futuro espectacular.