Antes de empezar el partido Nikola Jokic entregó un balón al propietario de los Suns, Mat Ishbia, a modo de broma, en un encuentro en son de paz que quería quitar hierro al incidente que ambos protagonizaron en el anterior encuentro, pero con el serbio pocas bromas, porque llegado el partido volvió a ser una apisonadora en la pista.
Otro triple-doble de Jokic y nueva victoria local en una serie en la que el factor cancha está siendo infalible hasta la fecha, con 5 partidos y 5 victorias locales. Denver se impuso claramente, por un cómodo 118-102, para adelantarse en el duelo con Phoenix 3-2 y situarse a una victoria de las finales del Oeste.
A Jokic no le tiembla el pulso. Puede relajarse antes de un partido, pero no en él. Otra vez fue un flagelo el serbio para el equipo rival, hasta terminar con 29 puntos, 13 rebotes, 12 asistencias y un 60% en el tiro de campo. Todo pasa por él. Estos Denver Nuggets están hechos a su imagen y semejanza.
Es su décimo triple-doble en postemporada, lo que le sitúa como el pívot con más triples-dobles en playoffs superando a Wilt Chamberlain.
El factor desequilibrante esta vez fue Bruce Brown. Fue una bendición que Brown llegara a este equipo, porque ha sido y es una pieza clave en su funcionamiento partiendo desde la segunda unidad. Hoy se destapó en ataque con 25 puntos en los 27 minutos que estuvo en cancha. Jugador grupal que hace equipo. Jugador que casi siempre aporta.
Además, 19 puntos y 6 asistencias de Jamal Murray, que tuvo un esguince de tobillo sin consecuencias en la primera parte, y 19 puntos y 8 rebotes de Michael Porter Jr., que estuvo fino desde el triple. También aportó lo suyo Aaron Gordon, pero desde un trabajo, si se quiere, más invisible.
A Phoenix le mató su doble mal inicio, sus arranques fríos tanto en el primer cuarto como en el tercero tras el descanso. En esos dos cuartos encajó parciales de 35-24 y 39-25, en esos 24 minutos su defensa fue una farsa y se dejó por el camino nada menos que 25 puntos de desventaja.
Fue en el tercer cuarto cuando todo se desequilibró definitivamente tras el 52-49 del descanso. Denver puso la directa y terminó el tercer episodio ganando 91-74. Fue cómodo su triunfo, llegando a amasar en el partido una máxima ventaja de 24 puntos.
Bien Denver desde el triple y en defensa, a la par que convincente a la hora de manejar el juego y el marcador.
Phoenix tuvo a Devin Booker con 28 puntos, pero con solo 4 asistencias. Esta vez su eficiencia estuvo lejos de su brutal eficiencia de partidos anteriores, y no llegó al 50% de acierto en el tiro. Susto para él en el final del primer cuarto cuando se torció un tobillo. No pasó a mayores.
Mientras, Kevin Durant sumó 26 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias con un 10 de 24 en el disparo.
Suns, que jugó otra vez sin el lesionado Chris Paul, y que solo contó con Josh Okogie durante 8 minutos, vio como Deandre Ayton intentaba por fin sacar la cabeza del agua con sus 14 puntos y 9 rebotes y vio igualmente como Landry Shamet volvía a ser un jugador de carne y hueso tras su gran actuación en el partido anterior.
Denver tiene ventaja ahora de 3-2, pero el sexto partido se jugará en Phoenix.