Lakers golpea primero en la semifinal de conferencia más mediática posible. Lo hace ganando 112-117 en el primer partido de la serie con un colosal Anthony Davis, autor de 30 puntos, 23 rebotes, 5 asistencias y 4 tapones.
Se enfrentaron dos baloncestos antagónicos y el partido deparó por ello cifras llamativas, a veces extremas hasta la médula, como fue el caso de la diferencia entre los equipos desde el triple o en las faltas y los tiros libres, si bien todas ellas fueron fruto, en gran medida, de una cierta lógica competitiva, viendo los estilos de juego de unos y otros.
Lakers apostó por sus fortalezas, y esas no están en el triple, sino en buscar la pintura ante los Warriors. De ello se derivó que los angelinos anotaran en el partido 54 puntos en la pintura por solo 28 los de San Francisco y de ello también se derivó que un equipo, Warriors, hiciera el doble de faltas que su rival, Lakers, lo que supuso que los locales solo lanzaran 6 libres en toda la noche y los visitantes, 29.
Warriors apostó por sus fortalezas: juego dinámico, movimiento de balón y tiro de 3. Y en la primera mitad lanzó nada menos que 30 triples, no yendo por primera vez a la línea de tiros libres hasta que casi se estaba alcanzando el descanso, y gracias a una jugada de 3+1 de Jordan Poole.
Por lo demás, el partido estuvo muy equilibrado, con cada equipo jugando sus bazas, hasta que Lakers pareció poner la directa en el cuarto final. Llevaba ya el equipo de Darvin Ham adquiriendo sólidas ventajas de 10 puntos desde el tercer cuarto, pero fue en el último cuarto cuando una cesta de LeBron James puso el 98-112 en el marcador, 14 puntos de ventaja faltando 5:57 para el final. El partido parecía medio decantado. Pero no fue así.
A partir del momento más delicado para Warriors surgió su mejor reacción, una reacción que arrancó con un 2+1 de Stephen Curry y un triple de Klay Thompson y que se encauzó con un parcial de 14-0 que transformó el 98-112 en un 112-112 jugando los de Steve Kerr con un equipo bajo, con Kevon Looney, que tuvo otro partidazo en los tableros, viendo el juego desde la banda. Había partido.
Lakers, eso sí, aguantó el envite. Anotó D'Angelo Russell, le puso un tapón Davis a Curry... y con 112-115 jugó Warriors para empatar pero el triple precipitado y lejano de Jordan Poole no fue bueno. Quedaban muy pocos segundos y ahí se acabaron las opciones locales.
Lakers contó con 22 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 3 tapones de LeBron James, con 19 puntos y 6 pases de canasta de Russell, con otros 19 puntos de un resucitado Dennis Schröder y con buenas labores de intendencia de Jarred Vanderbilt y Austin Reaves, que no pudo brillar en ataque tanto como en otros partidos.
El equipo angelino solo metió 6 triples, pero es que al descanso llevaba 1 de 8 desde más allá del arco. Mientras, Warriors anotó 21 triples tras lanzar 53, habiendo encestado nada menos que 13 llegado el intermedio.
Warriors dispuso de 27 puntos de Stephen Curry, que se sintió incómodo casi todo el partido y que solo despertó en el cuarto cuarto con 14 puntos. Klay Thompson sumó 25 puntos y Jordan Poole hizo 21 más 6 asistencias. Entre los tres metieron 18 triples, 6 cada uno.
Mientras, Andrew Wiggins sumó 15 puntos y Kevon Looney se fue a 11 puntos, 23 rebotes (7 ofensivos) y 5 asistencias. ¡Looney ha atrapado 20 o más rebotes en 4 de los 8 partidos que ha jugado en los presentes playoffs!
No fue el partido de Draymond Green, que tuvo problemas de faltas y no dio en casi ningún momento con la mejor tecla de su juego.