A veces los guiones predecibles dan un giro que te deja temblando. Algo así pasó esta noche en el TD Garden, donde todo estaba preparado para que Boston Celtics ganara a unos Hawks sin Dejounte Murray para clasificarse con un rotundo 4-1. Pero los partidos hay que jugarlos.
Trae Young agarró el toro por los cuernos, se echó el equipo a la espalda y arruinó in extremis la fiesta de los Celtics, liderando un triunfo inesperado en Boston, 117-119, que mantiene vivo a los Hawks cuando estaban ya prácticamente eliminados.
Young, la resurrección de John Collins y el enorme oficio de Bogdan Bogdanovic, que fue titular en lugar del sancionado Murray, fueron los pilares de un triunfo que va a obligar a Boston, cuando menos, a exprimirse más de lo debido.
Un alley-oop entre Jayson Tatum y Robert Williams III originado en un salto entre dos puso el 115-114 en el marcador, Trae Young adelantó a los suyos 115-116 desde los libres con 15 segundos por jugar y Derrick White pareció dar el triunfo a los Celtics cuando metió 2 libres para el 117-116 a 7,3 segundos del final, después de que la revisión de la jugada solicitada por Hawks no fuera a buen puerto.
Con ese 117-116 Boston estaba clasificado y Atlanta, eliminado. Pero surgió el genio de Trae Young para darle la vuelta a la situación y enmudecer al Garden.
Young recibió la bola, avanzó desde media cancha con Jaylen Brown defendiéndole con una distancia de seguridad para protegerse de la explosividad de Young, y este eludió la penetración para trazar un triplazo alejado de la línea de 3, un triplazo que entró limpio y que puso el 117-119 con 1,8 segundos por jugar. Un tiro que vale su peso en oro, porque evita el adiós de Hawks y obliga a los Celtics a ir a un sexto partido a Atlanta. Viaje extra no esperado y esfuerzo adicional que en los playoffs puede pasar factura.
Fue ese desenlace muy acorde con lo ocurrido en el partido, porque fue el triple un arma de destrucción muy bien utilizada por Atlanta, tanto para remontar en el último cuarto como para cerrar el juego. Los visitantes metieron 19 triples en el partido con una muy buena serie de 19 de 41.
Boston dejó escapar la victoria de mala manera ante unos Hawks que creyeron siempre en sí mismos. Los locales ganaban 104-91 a 8 minutos del final y a algo más de 5 minutos para la conclusión aún dominaban 111-99. Nadie, ni por asomo, pensaba en la grada que el triunfo se le podía escapar a los chicos de Mazzulla, pero...
Un parcial de 0-12 hizo pasar el marcador de ese 111-99 a un cardíaco 111-111. Y en ese parcial tuvieron mucho que ver John Collins y Trae Young. Pero lo peor para Boston es que desde ese 111-99 el partido se cerró con un 6-20 en los últimos 5 minutos. Menuda empanada de Celtics y menuda reacción de Hawks.
El 25-37 del cuarto final refleja bien a las claras el nivel de concentración e intensidad de unos y otros en el desenlace del partido.
Trae Young asumió 33, para acabar con 38 puntos y 13 asistencias. Fue el líder absoluto de estos Hawks.
Collins resurgió de sus cenizas con 22 puntos y Bogdanovic añadió 18 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias tirando poco y bien.
El mejor, con difernecia, de Boston fue Jaylen Brown, que volvió a ponerse la máscara protectora tras quitársela en el segundo cuarto del partido anterior. También rindió Brown con máscara: 35 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 15 de 23 en el tiro.
No estuvo a la altura Jayson Tatum. Firmó 19 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias, presentando un 1 de 10 desde el triple.
Además, 18 puntos de Derrick White y 14 de Malcolm Brogdon, con el dominicano Al Horford poniendo 5 tapones.