New York Knicks ha arrebatado el factor cancha en su serie contra Cavaliers tras ganar 97-101 en Cleveland con Jalen Brunson al frente. El equipo neoyorquino recuperó para el juego al lesionado Julius Randle.
Cleveland contó con una gran actuación ofensiva de Donovan Mitchell que resultó insuficiente. Mitchell firmó 38 puntos, 8 asistencias y 3 robos tras asumir 30 tiros de campo, y metió 6 triples. Esos 38 puntos baten el récord de la franquicia relativo al primer partido de playoffs de un jugador, registro que estaba en manos de LeBron James desde 2006 con 32 puntos.
Brunson y la defensa de Knicks resultaron claves en el triunfo. A pesar de un mal partido de Immanuel Quickley, de una ofensiva errática de RJ Barrett y del enorme bajón de Randle en la segunda parte, New York venció con un partido con marca registrada por su entrenador, Tom Thibodeau, que volvió a apostar por la defensa como seña de identidad y por la dureza de carácter como punto de partida.
La estrella de los Knicks fue Brunson, jugador que solo pudo disputar 9 minutos en la primera mitad por culpa de las faltas, pero que se destapó en la segunda anotando 21 puntos tras el descanso, corroborando el temporadón que ha hecho, bien merecedor de un estatus de All-Star que no se le concedió aún.
Jalen Brunson terminó con 27 puntos, Julius Randle sumó 19 tantos y 10 rebotes, con 7 de 20 en el tiro, y Josh Hart fue otro jugador esencial en los Knicks, como viene sucediendo desde que llegó al equipo en el mercado invernal. Hoy ha hecho 17 puntos y 10 rebotes en 32 minutos.
El rebote fue el gran caballo de batalla que martirizó a Cleveland, cediendo los locales 17 rechaces en su propio aro, 2 de los cuales, fatídicos, llegaron en el minuto final del partido, cuando todo estaba en juego.
New York había controlado el marcador buena parte del encuentro, pero con ventajas exiguas que a lo más que llegaron fueron a los 12 puntos. De hecho, los de Thibodeau ganaban 84-92 tras un triple de Brunson jugándose la recta final del encuentro, y entonces fue cuando más apretó Cleveland.
Parcial de 9-0 para adelantarse 93-92 tras un intercambio magistral entre Mitchell y Brunson, y canastas de Cedi Osman y Jarrett Allen. Quedaban 2:12 para el final y parecía que se desinflaban los Knicks, pero no fue así.
Reaccionó el equipo visitante, con triple de Hart y canasta de Brunson, y con 95-97 en el marcador falla Hart y rebote ofensivo de Knicks para la canasta de Brunson (95-99 con 35,4 segundos por jugar). Rápido mate de Jarrett Allen (97-99 a 31,6 segundos de la conclusión). Y erre que erre los Cavs vuelven a perder un rebote vital en su aro, cuando no anota su tiro Brunson y Randle se hace con el balón, capturando un rebote que vale su peso en oro, que es medio partido, porque el otro medio lo garantiza Quentin Grimes con 2 libres que ponen el 97-101 definitivo.
Los Cavs se quedan sin factor cancha. De nada sirven los 38 puntos de Mitchell, que en el segundo cuarto se dio un señor costalazo tras atravesar varias filas de espectadores.
Tampoco sirven los 17 puntos y 4 robos de Darius Garland ni los 14 puntos y 14 rebotes de Jarrett Allen.
En el lado negativo, Evan Mobley y Caris LeVert, los dos con pobres partidos.
El español Ricky Rubio apenas jugó 6 minutos en los que no brilló.