Respiran aliviados los Clippers, y no es para menos. Respiran aliviados porque Paul George ha eludido lo que parecía que iba a ser una grave lesión de rodilla. El daño ha quedado limitado a un esguince en la rodilla derecha y la baja se situará como mínimo entre las 2 y las 3 semanas.
Ese plazo mínimo de recuperación implicará que el alero de los Clippers se perderá lo que resta de temporada regular (a su equipo solo le quedan 9 partidos por jugar), pero garantiza que en algún momento podrá incorporarse a los playoffs, un momento que dependerá de lo que digan los médicos cuando sea reevaluado.
Lo cierto es que la situación se asemeja a lo ocurrido en 2021 con Giannis Antetokounmpo, cuando el jugador griego parecía que se había destrozado la rodilla y todo quedó en una rehabilitación exprés, un milagro al alcance de pocos cuerpos.
En el caso de George, todo apuntaba a una grave lesión. Las imágenes no invitaban al optimismo. El modo en el que chocó la rodilla de George en el aire con la rodilla de Lu Dort y el instante, el momento más delicado, en el que al apoyar el pie en la pista se le dobló la rodilla generó de inmediato una honda preocupación en el entorno del jugador, en el equipo y en los aficionados.
Clippers está en plena lucha, lo que en el Oeste implica una pelea cerradísima tanto por los puestos que dan acceso directo a la postemporada como por aquellos que permitirán jugar el play-in.
El equipo de Tyronn Lue es ahora mismo quinto en el Oeste con 38 victorias y 35 derrotas, con Paul George promediando 23,8 puntos, 6,1 rebotes, 5,1 asistencias y 1,5 robos de balón en 56 partidos.
La lesión de George llega cuando Norman Powell aún no se ha recuperado de la suya, una lesión en el hombro que le tiene de baja desde principios de marzo.