Nada hacía presagiar una victoria así de los Bulls en Denver. Los Nuggets se presentaban en el partido con marca de 30-4 como locales y con 24 victorias en sus últimos 25 partidos en casa, pero terminaron mordiendo el polvo de forma espectacular.
Chicago se impuso por 21 puntos (96-117) en la cancha del líder indiscutible del Oeste, una verdadera sorpresa si se tiene en cuenta la errática trayectoria de los Bulls en una frustrante temporada en la que los de Billy Donovan se han paseado por la competición con mucha más pena que gloria.
El primer logro de Chicago fue minimizar la figura casi siempre inconstestable de Nikola Jokic. El serbio se quedó en 18 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias, números que para cualquier otro jugador serían numerazos, pero que para él se quedan en numeritos, más aún cuando hizo un 7 de 16 en el tiro de campo, una serie normal para cualquiera pero no para él, ¡porque Jokic llevaba 51 partidos consecutivos sin bajar del 50% de acierto en el tiro de campo!
La victoria visitante se fraguó en una fantástica segunda parte que siguió a una primera francamente igualada (52-51 para Denver al descanso).
Tras el intermedio los Bulls borraron de la cancha a los Nuggets. Todo empezó con un parcial de 4-19 en el tercer cuarto, pero lo cierto es que toda la segunda mitad estuvo dominada por Chicago, que hizo tras el descanso un 44-66 metiendo el 56,8% de sus tiros, incluyendo un 6 de 10 en el triple, por el 35,6% de su rival. Muy buen trabajo defensivo visitante.
Bulls, que solo perdió 8 balones en todo el partido, tuvo a Zach LaVine en 29 puntos, con un gran 12 de 18 en el lanzamiento de campo, y a un gran Nikola Vucevic, que despertó con 25 puntos y 15 rebotes para firmar su 40º doble-doble de la temporada.
Además, 18 puntos, con 8 de 9 en el tiro, para Patrick Williams, partiendo desde la segunda unidad, y 17 puntos y 8 asistencias de DeMar DeRozan.
Chicago, que partió de inicio con un quinteto bajo en el que compartieron espacio Caruso y Beverley, moldeó una bella victoria que da alguna esperanza de recuperación a un equipo que no parecía tenerla.
Denver (46-20 ahora) sigue liderando, pese a la derrota, con mano firme el Oeste, porque tiene mucho colchón ante sus perseguidores.
No fue Jokic el único que no tuvo su mejor día. Michael Porter Jr. solo metió 12 puntos, con 5 de 13 en el tiro, y Jamal Murray se quedó en 11, con 4 de 15.
Mejor estuvo Aaron Gordon, con 17 puntos y 9 rebotes. Aunque sin brillar sobremanera.
Ninguno de los cuatro mejores jugadores locales llegó al 50% en el tiro.
Tropiezo de Denver en casa, pero pocos equipos se lo pueden permitir tanto a estas alturas de la temporada como estos Nuggets.