Memorable cuarto final de Kyrie Irving en el Mavericks-Timberwolves que no tuvo premio y enorme partido de Jalen Brunson en el Knicks-Nets que sí lo tuvo. La dupla Doncic-Irving sigue sin conocer el triunfo a pesar de meter 69 puntos.
Mavericks 121 Timberwolves 124
El esfuerzo final de Irving quedó en nada. Tremendo su último cuarto, un último cuarto en el que metió 26 puntos, más que todo el equipo rival junto, ya que Minnesota hizo 24. Pero no fue suficiente.
Perdió Dallas 121-124 a pesar de que Irving completó la mejor anotación de su carrera NBA en un último cuarto, esa parte crucial del juego en la que es en la presente temporada el jugador más productivo en ataque de toda la liga. Una memorable exhibición final de Irving que no quita para decir que su primera parte fue lamentable.
Irving terminó con 36 puntos y 6 asistencias, con 15 de 23 en el tiro, y Doncic logró 33 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias. Y ni con esos 69 puntos de sus dos estrellas le dio a Dallas para ganar. La dupla estelar ya ha jugado dos partidos y no conoce la victoria.
Minnesota fue mucho más que Dallas, aunque al final sobreviviera como pudo a la locura genial de Irving en el último cuarto, una locura que quedó rota cuando en la última jugada del encuentro, con 121-124 para Wolves, el propio Irving erró un pase y dejó ya todo visto para sentencia.
Los Timberwolves llegaron a ir ganando por 26 puntos, una diferencia inmensa que estuvieron a punto de tirar por la borda.
Anthony Edwards lideró el triunfo con 32 puntos, Rudy Gobert firmó 21 puntos, 14 rebotes y 9 de 9 en campo, como si le hubiera revitalizado la llegada de Mike Conley, que dio 9 asistencias, y Jaden McDaniels se fue a 19 puntos.
Minnesota terminó el partido con un 57,8% en el tiro de campo, debido en parte a su acierto y en parte a la calamitosa defensa local en los tres primeros cuartos.
Dallas contó, además de con los 69 puntos de Doncic e Irving, con los 24 de Christian Wood jugando solo 23 minutos. Un lujo tener a Wood, si está para jugar más minutos, limitado de esa forma en la rotación. Su segundo cuarto fue brutal, metiendo 18 puntos, de los cuales 13 fueron consecutivos.
Knicks 124 Nets 106
Duelo neoyorquino descafeinado por como se ha desmantelado definitivamente el proyecto estelar que Brooklyn concibió en su momento y que no había dado los frutos esperados.
Los Knicks dominaron el partido porque achicaron al rival en la segunda parte hasta términos superlativos, resolviendo tras el descanso con un rotundo 66-45.
Otra noche espectacular de Jalen Brunson, jugador que bien habría merecido estar en el All-Star. Esta vez se fue a 40 puntos, 5 asistencias sin pérdidas de balón y 15 de 21 en el tiro de campo con 6 de 9 desde el triple. Partidazo en toda regla.
El otro nombre propio local fue el recién llegado Josh Hart, que se marcó una noche lúcida y lucida hasta totalizar 27 puntos con un 10 de 14 en el lanzamiento a canasta.
Julius Randle se quedó esta vez en 18 puntos y 10 rebotes y Knicks superó la deficiente noche de Barrett, que tuvo problemas de faltas y terminó el partido con solo 4 puntos en su haber.
En los Nets, que parecen haber relegado a Cam Thomas a figura decorativa en la segunda unidad con pocos minutos, destacar los 28 puntos de Spencer Dinwiddie.
En el lado negativo, el mal partido de Mikal Bridges y, sobre todo, la constatación de que Ben Simmons anda en su particular nube, alejado de lo que es el baloncesto, sometido al duro reino de la tristeza.