Medían sus fuerzas Mavericks y Hawks y eso es sinónimo desde el draft de 2018 de duelo entre Luka Doncic y Trae Young. Ninguno de los dos brilló sobremanera y Atlanta venció 122-130 para sumar ya 4 victorias consecutivas y ponerse 23-22.
En realidad el jugador del partido fue Dejounte Murray. Él fue el máximo protagonista porque se ocupó con éxito de la defensa de Luka Doncic como defensor primario y todavía le quedaron fuerzas para liderar la ofensiva de su equipo con 30 puntos procedentes de excelentes porcentajes de tiro: 12 de 18 en campo con 4 de 6 desde el triple.
A tenor del primer cuarto, en el que Doncic anotó 19 puntos, parecía que la noche iba a ser otro monólogo del esloveno, pero la defensa sobre la estrella local se esmeró a partir del segundo cuarto. Con Dejounte Murray, De'Andre Hunter y Bogdan Bogdanovic, tres muy buenos defensores, alternando la marca sobre Doncic y con los constantes dos contra uno sobre el ex del Real Madrid la figura de los Mavs fue languideciendo como motor ofensivo de su equipo y Dallas se resintió.
Volvieron al juego Dorian Finney-Smith, tras perderse 14 partidos, y Josh Green, tras estar fuera 20, pero poco importó. Dallas, que jugó esta vez sin Tim Hardaway Jr., volvió a fracasar en defensa. Ese es ahora mismo su caballo de batalla.
Se enfrentaban dos equipos con dinámicas bien distintas, dinámicas que se confirmaron en la pista.
Atlanta suma con esta 4 victorias seguidas, parece recuperar el pulso. Dallas está en el camino inverso. Tras ganar los 6 últimos partidos de 2022 (también venció en el primero de 2023 para hilar 7 triunfos), han venido las vacas flacas. Enero está siendo un mal mes para Mavericks, que tiene marca de 3-6 en 2023 habiendo perdido los 3 últimos encuentros que ha disputado, 3 derrotas en las que ha encajado 136, 140 y 130 puntos. No hace falta ser muy listo para ver dónde está ahora mismo el talón de Aquiles de los texanos.
Los Hawks tuvieron a Murray como hombre fuerte del equipo, dispusieron de un Trae Young poco anotador pero muy generoso, que acabó con 18 puntos y 12 asistencias tras lanzar solamente 11 veces a canasta, y contaron con 19 puntos de John Collins y 16 de Clint Capela.
Hasta 8 jugadores visitantes de los 9 que McMillan puso en juego anotaron 10 o más puntos.
Dallas, mientras, se sitúa en 24-22 tras su actual mala racha. Doncic finalizó el partido con 30 puntos, 8 asistencias y 7 pérdidas de balón. Fue de más a menos. Christian Wood sumó 22 puntos y 9 rebotes, Spencer Dinwiddie firmó 20 tantos y 7 asistencias y Reggie Bullock ayudó con 18 puntos gracias a su acierto desde el triple.
El 37-40 del primer cuarto ya presagiaba un partido ofensivo. Doncic llevaba más puntos, 19, que todos sus compañeros juntos, 18, y Dallas ya había perdido 7 balones por ninguno su rival.
Fue a partir del segundo cuarto cuando Atlanta apretó la defensa sobre Doncic, y aquí jugó un papel esencial el trabajo de Dejounte Murray, aunque llegado el tercer cuarto los Mavs adquirieron en un momento dado 10 puntos de ventaja, si bien fue poco duradero. A Doncic le dio para irse de Bogdanovic y Capela con un bote adelantado bajo sus piernas jugándose el tercer cuarto, y ese destello fue de lo poco que el esloveno fue capaz de regalar a su afición.
La recta final del partido fue de Atlanta. Poniéndose los visitantes 113-121 en el marcador, acortando Dallas hasta el 118-121 y entrándose en el minuto final con un 120-124 que se convirtió en 120-126 gracias a Trae Young, que anotó a 41.1 segundos del final.
Un matazo de Dorian Finney-Smith en rebote ofensivo fue el último coletazo local. Pero nunca peligró la victoria de los Hawks, unos Hawks que parecen recuperar fuerzas.