Bajo el reino de Nikola Jokic los Nuggets se impusieron 123-111 a los Celtics en el partido de Año Nuevo en el que se enfrentaban los líderes del Oeste y el Este, un encuentro que fue dominado prácticamente de principio a fin por el equipo de casa.
Lo más destacado del encuentro, más allá del dominio de Denver con otro triple-doble de un espectacular Jokic, llegó en el último cuarto, cuando el partido estuvo detenido durante 35 minutos debido a que un mate de Robert Williams III desniveló ligeramente el aro tras colgarse de él.
Escenario extraño. Se precisaron un buen número de operarios, un par de escaleras, niveladoras, consultas, llamadas... y el aro que seguía sin ser nivelado, una circunstancia que se prolongó por demasiado tiempo.
No se puede decir, desde luego, que esa anomalía, un parón tran prolongado en el juego, tuviera al final una incidencia en el marcador, porque antes del incidente Denver había dominado a su antojo el partido hasta tener una máxima ventaja de 18 puntos en el último cuarto y ganaba 110-97 en el momento del parón, cuando faltaban 6 minutos y 43 segundos para acabar el juego, y porque después de dicho parón el dominio siguió en manos de los Nuggets.
Desde el 2-5 logrado por Boston cuando se habían jugado 97 segundos de partido, el equipo visitante nunca más volvió a estar por delante en el marcador. Fueron 38 minutos y 23 segundos de dominio local con máximas ventajas en cada cuarto de 12 (primer cuarto), 15 (segundo), 16 (tercero) y 18 (cuarto), para acabar 37-28 en el primer parcial, 62-54 al descanso, 98-85 tras jugar tres cuartos y 123-111 al final. Los números no engañan y son un espejo fiel de lo que aconteció en la cancha.
Un abismo separó a ambos equipos desde el triple, lo que derivó en ese catálogo de ventajas y de control del juego y el marcador de Denver con y sin Jokic en juego.
La superioridad manifiesta local, jugando sin Jamal Murray, tuvo una vez más a Jokic como epicentro perfecto del juego. El serbio sumó su segundo triple-doble consecutivo y su noveno de la temporada. Tampoco los números del Joker engañan. Tremenda efectividad, haciendo jugar, como siempre, a sus compañeros.
Jokic acabó con 30 puntos, 12 rebotes, 12 asistencias, 0 pérdidas de balón y un enorme 10 de 13 en el tiro de campo. Otro día en la oficina del vigente MVP de la NBA que aspira a su tercer reinado consecutivo.
Pero estos Nuggets son más que Jokic. Bruce Brown, fichajazo, se fue a 21 puntos con gran acierto desde el triple, Michael Porter Jr. metió 19, Aaron Gordon, jugador esencial en la gran marcha del equipo, firmó 18 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias y Bones Hyland se fue a 17 puntos en 19 minutos, siendo esencial en el despegue definitivo de los locales.
Un jugadón del joven Hyland sobre la bocina del tercer cuarto fijó el 98-85 en el marcador, y el base suplente de Denver encadenó esa jugada con un arranque de último cuarto demoledor desde el triple hasta llevar a los suyos a la máxima ventaja con un 107-89, sin Jokic en pista en aquellos momentos.
Boston vivió el regreso de su entrenador, Joe Mazzulla, que se había perdido los dos anteriores partidos por una abrasión en la córnea, juegos que fueron dirigidos por el asistente Damon Stoudamire, exjugador de la NBA.
Poco pudo hacer Mazzulla. Lo mejor que se puede decir de Boston es que cerró ejemplarmente su aro en el ejercicio del rebote. Poco más. El equipo estuvo mal desde el triple y no propuso un buen trabajo defensivo, permitiendo a los Nuggets un 57% en el tiro de campo, con un espléndido 17 de 30 desde el triple.
Jaylen Brown, que se encaró en una jugada con Hyland sin que la cosa fuera más allá de una doble técnica y un choque de manos para pacificar la situación, fue el mejor visitante con 30 puntos, 8 rebotes y un 60% en el tiro de campo.
Celtics tuvo además a Jayson Tatum con 25 puntos. Y el avance ofensivo se quebró ahí, con Derrick White como tercer anotador con solo 13.
No fue el mejor día de Marcus Smart, y Malcolm Brogdon estuvo especialmente desangelado, errando tiros liberados y no desplegando su habitual juego en pista.
El dominicano Al Horford acabó la noche con 8 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias tras disputar 30 minutos.
Fue el de Puerto Plata el defensor primario de Jokic. Hizo lo que pudo. Horford es un gran defensor... pero Jokic es hoy por hoy un tipo inabordable, un tipo inabordable que esta temporada lidera al mejor equipo del Oeste.