Se enfrentaban los dos primeros del Oeste y la victoria de Denver Nuggets sobre Memphis Grizzlies (105-91) hace que ahora estos dos equipos compartan el liderato de la conferencia con idéntica marca, 19 victorias y 11 derrotas.
Venció Denver sin el concurso de Jamal Murray y Michael Porter Jr., como si estuviera inmerso en la pasada temporada.
Lo hizo con 24 puntos y 7 rebotes de Aaron Gordon y con un curioso y megasupersticioso triple-doble de Nikola Jokic, que acabó con 13 puntos, 13 rebotes y 13 asistencias, un triple 13 que le da al serbio su segundo triple-doble consecutivo, el sexto de la temporada y el 82 en temporada regular en toda su carrera NBA.
Ellos fueron los dos jugadores esenciales del equipo local, sin olvidar el muy buen rendimiento de Bruce Brown, autor de 16 puntos, y las contribuciones de Kentavious Caldwell-Pope y el esta vez titular Christian Braun.
Todos ellos superaron la decena de puntos, como lo hizo también Bones Hyland, aunque el joven jugador lo lograra tirándose hasta las zapatillas.
El primer cuarto marcó el partido. Fue un cuarto en el que Nuggets apabulló a Grizzlies con una superioridad ofensiva y defensiva indudable que derivó en un rotundo 35-14, con los locales metiendo el 59,1% de sus tiros de campo y con los visitantes lanzando a canasta de pena, no metiendo un solo triple, perdiendo 7 balones y mostrándose claramente inferiores en el rebote.
El segundo cuarto empezó con un mate de impresión de Jeff Green. Brutal volcada para el 37-14. Y se fue desgranando el tiempo con Denver controlando sin dificultades el marcador hasta irse al intermedio ganando 55-40.
Es verdad que Denver mantuvo ese control durante todo el partido, pero Memphis, gracias al impulso ofensivo de Ja Morant, se llegó a poner a 8 puntos en el último cuarto, 92-84 poco después de que Jaren Jackson Jr. cometiera su quinta falta y tirando de la hasta entonces superioridad anotadora en la pintura del equipo de Taylor Jenkins. Pero fue un espejismo. Porque Denver respondió con un 13-3 que mató el partido.
En ese 13-3 resultó crucial, como en todo el partido, la capacidad para distribuir juego y controlar el partido sin apenas encarar el aro de Nikola Jokic, que dio pases letales de todos los colores, aay resultó esencial el poder ofensivo de Gordon, que metió 7 puntos consecutivos para poner las cosas en su sitio.
Una canasta interior de Jokic y un mate suave de Gordon tras asistencia del serbio cerraron ese parcial de 13-3 para poner un 105-87 inalcanzable para Memphis, y ahí se acabó el encuentro, faltando 1:52 para el final.
Horrible noche desde el triple de los Grizzlies (5 de 26), que siguen sin Desmond Bane, dentro de una ofensiva en la que solo funcionó Ja Morant, que acabó con 35 puntos y 10 asistencias (perdió, eso sí, 7 balones), un Morant que estuvo desasistido en ataque, sin que ningún compañero le echara una mano.
Jaren Jackson Jr. tuvo problemas de faltas, algo consustancial a su carrera NBA, pero puso 5 tapones en solo 22 minutos y el español Santi Aldama jugó 14 minutos en los que hizo 6 puntos y 3 rebotes.