Ya no quedan equipos invictos en la NBA. Finalizó la racha triunfal de los Bucks, que llegaron a Atlanta con marca de 9-0 para enfrentarse a unos Hawks sin Trae Young y que salieron trasquilados ante unos Hawks que se impusieron 117-98.
Dejounte Murray y el novato A.J. Griffin lideraron el gran triunfo local. El primero ejerció liderazgo en solitario, ausente Young, para acabar con 25 puntos, 11 asistencias, 8 rebotes y 3 robos. Y el segundo maravilló a todos con una actuación formidable partiendo de la banca, para terminar con 24 puntos y un 10 de 15 en el tiro de campo.
Atlanta forjó su victoria en una fantástica segunda parte en la que endosó a los invictos Bucks un tremendo 65-40, y lo hizo desde la versatilidad, anotando 37 puntos en el tercer cuarto y encajando solo 18 en el último.
Brutal la segunda unidad de los Hawks, no solo por su capacidad ofensiva (59 puntos), sino también por el hecho de que cada vez que los suplentes pisaron la cancha el marcador sonrió al equipo local.
John Collins y Justin Holiday anotaron 14 puntos por cabeza, Clint Capela ayudó en los tableros y Onyeka Okongwu ofreció muy buenos minutos en un encuentro en el que los jugadores de Atlanta fueron todos a una.
Defendió con intensidad el equipo local, dejando en un 41% a los Bucks, movió con paciencia el balón, trabajó bien el rebote y anotó 22 puntos a partir de las 19 pérdidas del rival.
Atlanta, que lleva un brillante 7-3, pudo con unos Bucks, 9-1 ahora, que a los 3 minutos de juego se encontraron con 2 faltas de Giannis Antetokounmpo, que después se rehizo para sumar 25 puntos en 27 minutos de juego.
Jrue Holiday (los 3 hermanos Holiday saltaron a la pista) se quedó en 16 puntos y 7 pases de canasta, Bobby Portis hizo un doble-doble sin punch y Grayson Allen empezó a lo grande para luego diluirse.
El hispano-congoleño Serge Ibaka jugó 12 minutos en los que hizo 4 puntos y 4 rebotes.