Ver jugar a Utah Jazz causa alegría y ver jugar a los Lakers causa tristeza. Al menos en este principio de temporada. ¿Tiene mejores jugadores Lakers que Jazz? A primera vista, sí, indiscutiblemente sí. ¿Tiene mayor fuerza colectiva Lakers que Jazz? Pues a día de hoy parece evidente que no.
Utah sabe a lo que juega. Tiene muy claro cuáles son sus toques distintivos en el juego a pesar de contar con una plantilla corta se mire como se mire. Hay que otorgar a Will Hardy muchos puntos en este pequeño milagro que el equipo está forjando en este inicio de temporada y también a Lauri Markkanen, defenestrado por casi todos en los últimos años, no sin razones.
Jazz ganó a los Lakers en L.A. 116-130 desplegando su sinfonía ofensiva, que por el momento suena muy bien. El equipo visitante anotó 75 puntos en el primer tiempo, dejando a la defensa local a la altura del betún. Y terminaron estos Jazz metiendo 130 puntos, anotando el 50,5% de sus tiros (60,8% al descanso) tras lanzar nada menos que 103 veces a canasta, lo que da una idea de su ritmo de juego, y presentando un excelente acierto desde el triple. Y todo ese caudal ofensivo perdiendo solo 8 balones, lo que también denota el nivel de agresividad de Lakers en defensa, un nivel más bien tendente al cero.
Lakers, por su parte, tuvo como jugador más destacado a Russel Westbrook y estuvo como equipo bastante bien desde el triple, dada su discreta condición en esa faceta, pero de nada le puede servir atacar medianamente bien si defiende de forma tan deficiente y si no es capaz de cerrar el rebote.
Markkanen volvió a brillar con 27 puntos, 13 rebotes y 4 asistencias. Jordan Clarkson terminó con 20 puntos, Kelly Olynyk, gran eficacia la suya, sumó 18, Collin Sexton añadió 17, excelente en el primer tiempo, Mike Conley dirigió muy bien a los suyos con 15 puntos y 10 asistencias y Jarred Vanderbilt se batió el cobre en defensa.
Los angelinos, que no ganan 3 partidos seguidos desde el pasado 7 de enero, se colocan 2-6 en un inicio de campaña ciertamente desalentador para sus aficionados.
Westbrook se salvó de la quema con 26 puntos, 6 asistencias y muy buenos porcentajes de tiro, incluido un 3 de 5 desde el triple.
El problema vuelve a recaer en el físico de las dos grandes estrellas del equipo, dos jugadores renqueantes que están lejos de marcar la diferencia. Anthony Davis, por ejemplo, se marcó una primera parte espectacular para desaparecer en la segunda. Hizo 22 puntos (solo 2 tras el descanso) y 8 rebotes. Mientras, LeBron James se fue a 17 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias, ofreciendo nuevamente mala eficiencia ofensiva, con 7 de 19 en el tiro y un 0 de 5 desde el triple, distancia esta última desde la que está naufragando.
Lakers tuvo a Lonnie Walker IV anotando 17 puntos en la segunda mitad para acabar con 19, y dio minutos esta vez al mexicano Toscano-Anderson, 15 para ser exactos, en los que anotó 2 puntos.
De Patrick Beverley y Kendrick Nunn, mejor no hablar. Y siguen sin poder jugar Dennis Schröder y Thomas Bryant. Estos Lakers no pintan nada bien. Porque no todos los días van a emerger Matt Ryan y Austin Reaves para inventarse de la nada un milagro.