Otra derrota de Golden State. Esta vez en Orlando. Los Warriors cedieron por la mínima (130-129) para sumar 4 derrotas seguidas en 4 partidos que no parecían de suma dificutad: ante Charlotte, Detroit, Miami y Orlando. Los californianos presentan marca de 0-5 como visitantes.
No carburan estos Warriors, y no lo hacen porque están presentando un compromiso defensivo nulo. En esas 4 derrotas (ahora el equipo está 3-6) los de Steve Kerr encajaron 120, 128, 116 y 130 puntos. Con esos niveles defensivos se hace muy cuesta arriba ganar un partido, por mucho Warriors que uno sea.
Tal es el desbarajuste atrás de los Warriors, que hoy han caído con una actuación de los Splash Brothers en ataque espectacular: 66 puntos y 15 triples entre ambos. Stephen Curry logró 39 puntos, 9 asistencias y un 8 de 15 desde el triple. Y Klay Thompson rubricó 27 puntos y un 7 de 15 desde más allá del arco. Ni por esas.
Orlando, mientras, tuvo al mejor Jalen Suggs de la temporada, con 26 puntos, 9 asistencias y 4 recuperaciones. Decisivo en la parte final al meter 9 puntos en los últimos 2 minutos del partido.
El novato Paolo Banchero aportó 22 puntos y 8 rebotes al triunfo, Franz Wagner añadió 19 tantos y hasta 7 jugadores locales estuvieron en dobles dígitos encestadores, entre ellos, Okeke (16 puntos y 9 rebotes), Hampton (15 puntos) y Wendell Carter Jr. (14 más 9 capturas en los aros).
Warriors llegó a ir ganando por 16 puntos en la primera parte y se fue al descanso con ventaja cómoda de 53-65 tras un buen segundo cuarto. Pero la segunda parte fue otro cantar. El ataque visitante se mantuvo en similares términos, pero su defensa descarrilló hasta niveles incomprensibles, encajando Golden State 77 puntos tras el descanso.
A pesar de todo Warriors tuvo bola final para ganar después de que Klay Thompson devolviera la esperanza a su equipo con un triple. Pero en la última jugada, el propio Thompson no pudo definir la canasta del triunfo, en buena parte por la gran defensa final ejecutada por Orlando.
No sirvieron los 19 triples californianos, ni los 17 puntos y 7 rebotes de Kevon Looney, ni los 15 de Andrew Wiggins. Porque Warriors defendió de pena en la segunda parte y tuvo una segunda unidad que volvió a naufragar en todos los sentidos. Diferencia abismal entre los suplentes de ambos equipos.
Orlando dispuso del triple de tiros libres que Golden State (46 intentados por 15), aspecto este que no debió gustar, sin duda, a la escuadra de San Francisco, pero lo cierto es que no puede ser una excusa para perder ante un equipo joven y por hacer, como son estos Magic.