Boston Celtics ganó los parciales de tres cuartos, pero el único que perdió, el tercero, fue tan desigual que hundió al equipo de Udoka en la miseria. Exhibición defensiva de Miami Heat en el tercer cuarto y brutal partido de Jimmy Butler en los dos lados de la cancha para ganar 118-107.
Miami Heat es un equipo subestimado. Muchos ya pusieron reparos a su baloncesto de alta escuela en 2020 por jugarse los playoffs en una burbuja y muchos han ninguneado su primera posición en el Este pese a imponerse en fase regular al poderío de equipos como Celtics, Bucks o Sixers. Y algo semejante ocurre con su gran estrella, Jimmy Butler, infravalorada a pesar de su juego y sus números en estos playoffs. ¿Qué necesita Butler para merecer la atención mediática de otras estrellas? Partidos como el de hoy hablan a las claras de ante qué clase de jugador estamos.
El equipo de Spoelstra volvió a desplegar todo su arsenal defensivo, ese arsenal que se llevó por delante en la primera ronda el juego grácil de Trae Young y que desnudó en la segunda las carencias actuales de James Harden. Y el máximo esplendor de ese manejo defensivo formidable de Heat llegó en el tercer cuarto, cuarto que marcó el partido de modo indiscutible.
Boston había llegado al descanso ganando 54-62 tras haber tenido una ventaja de 13 puntos y tras haber puesto en evidencia esas dotes defensivas de Miami a partir de un colosal Jayson Tatum (21 puntos en el intermedio) y excelentes complementos a cargo del reaparecido Robert Williams III y del descarado Payton Pritchard. Pero pasado el ecuador del partido todo cambió.
El equipo local salió en el tercer cuarto a comerse el mundo y se lo comió, zampádose ante la vista de todos a unos Celtics con menos poderío hoy por las bajas de Marcus Smart y Al Horford, que bien se notaron en defensa, pero también en ataque a la hora de circular el balón.
Parcial de 22-2 para abrir el cuarto, con Boston tardando nada menos que 7 minutos en anotar su primera canasta en juego. Demoledor cuarto de Miami, que terminó 39-14 a partir de sobresalir en dos pilares del juego: la defensa y el rebote, pilares a partir de los cuales fabricó una ofensiva ejempar. Los Celtics solo metieron 2 canastas en todo el cuarto (2 de 15), fueron incapaces de anotar un solo triple, sumaron 1 asistencia, perdieron 8 balones y se mostraron, en general, aplastados por el despliegue defensivo local.
Jimmy Butler hizo 17 puntos (3 más que todo Boston) y 3 robos en el cuarto, ofreciendo toda su panoplia como jugador, con Gabe Vincent como lugarteniente imprescindible en ataque.
El alero estelar de Miami terminó el partido con números estratosféricos: 41 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias, 4 robos y 3 tapones, metió 12 de sus 19 tiros de campo y 17 de sus 18 libres y su equipo hizo un +25 con él en pista. Nadie hizo números semejantes en los playoffs desde que se contabilizan los 5 campos estadísticos principales (puntos, rebotes, tapones, asistencias y robos) y solo 5 jugadores igualaron esas cifras en temporada regular.
Regresando a lo colectivo, el decisivo tercer cuarto finalizó con un contundente 93-76 que dejaba a Boston a los pies de los caballos, una ventaja que alcanzaba su máxima expresión al inicio del último cuarto cuando Tyler Herro metió 3 libres seguidos para el 96-76.
A pesar de esos 20 puntos de diferencia, el partido mantenía su tensión. Robert Williams III salvó con su brazo una mala caída que derivó en una flagrante 1 para Bam Adebayo a todas luces imposible de esquivar (a no ser que se hubiera desmaterializado), Max Strus y Grant Williams (omnipresente en todas las querellas y dispustas de la noche, pero poco productivo) cobraban una doble técnica tras un incidente bajo el aro y Boston se recuperaba de desastre del tercer cuarto según Jaylen Brown aparecía por fin en escena, aunque fuera ya demasiado tarde.
Por todo ello, Celtics bajó su desventaja de 20 a 7 puntos, pero no pudo pasar de ahí. Control efectivo de Miami en la recta final para ganar con comodidad con 18 puntos y 8 rebotes de Herro y 17 y 3 tapones de Vincent. Strus y Adebayo también alcanzaron la decena anotadora, con Adebayo poniendo tantos tapones, 4, como tiros de campo hizo, solo 4. Volvió a ser baja en el equipo Kyle Lowry.
En Boston, 29 puntos de un muy completo Jayson Tatum que se enfrió tras el descanso y que perdió 7 balones, 24 puntos y 10 rebotes para un Jaylen Brown que siguió el camino contrario, 18 y 9 rebotes de Robert Williams III, que volvió a exhibir un físico arrollador, y 18 puntos de un brillante Payton Pritchard.
El partido nos dejó nada menos que 20 tapones (12 locales y 8 visitantes), algunos de ellos de factura espectacular, como 2 de los 3 que puso el novato Aaron Nesmith (tan enérgico en lo físico como inmaduro en lo mental), los que colocó Adebayo al inicio del tercer cuarto o el salvaje que le plantó Daniel Theis a Dedmon cuando este buscaba el mate.
Más allá de mates, defensas, rachas y dominios, Miami Heat quiso dejar clara desde el principio su vocación ganadora a partir de su inmaculada trayectoria como local. Y no olvidemos que tiene el factor cancha de su lado.