Nunca hay que subestimar a un equipo campeón por mucho que le falta una pieza esencial como es Khris Middleton. Los Bucks ejercieron como defensores del título y a partir de un gran trabajo defensivo, que dejó a su rival en un 33,3% en el tiro y 18 pérdidas de balón, y bajo el timón de Giannis Antetokounmpo y Jrue Holiday dominaron a los Celtics.
Boston llegaba al partido tras ganar 30 de sus últimos 36 encuentros (contando el final de la temporada regular y la primera ronda de playoffs), pero Milwaukee se reveló a las primeras de cambio como un equipo sólido hasta la médula, como un grupo irreductible en el que sus dos estrellas sanas funcionaron mucho mejor que las dos estrellas locales.
Frente a ese 30-6 de los Celtics, Bucks podía contraponer un recorrido más corto pero harto elocuente, el hecho de que en playoffs lleva un 4-0 sin Khris Middleton ganando todos sus partidos por una diferencia de doble dígito.
Victoria de Milwaukee por 89-101 para arrebatar a Boston el factor cancha. Triunfo a partir de un impecable trabajo defensivo que desarmó por completo a la ofensiva local hasta empantanarla por completo.
Giannis Antetokounmpo terminó el partido con un inusual 9 de 25 en el tiro de campo, pero su partido fue excelente a muchos niveles, especialmente a nivel de lectura de juego, una clarividencia que le hizo encontrar de un modo maravillosamente rutinario las mejores opciones para sus compañeros. Terminó el griego con el segundo triple-doble de su carrera en playoffs: 24 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias. Y nos regaló una espectacular jugada a lo Tracy McGrady en la que lanzó el balón contra el tablero para agarrar el rebote y matarla a lo grande.
Jrue Holiday no le fue a la zaga con 25 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y 3 robos. Fue el asesino silencioso, el jugador que prolongó de un modo exquisito su trabajo desde la defensa al ataque y viceversa. El más claro ejemplo de ello coincidió con la máxima ventaja de Milwaukee en el partido: Holiday robó el balón y tras ello enchufó un triple frontal que puso a los suyos 17 arriba (75-92). Se jugaba ya el último cuarto y restaban 7:33 para el final.
Poco después de ese +17 llegaría la jugada a lo McGrady de Anteto y a continuación un horroroso airball desde el triple de Jayson Tatum. Esa concatenación constituía el mejor retrato del escenario existente en el Garden, el estado de las cosas era ese: los Celtics estaban ya claudicando ante el poder de los Bucks.
Boston empezó bien. Su intensidad defensiva provocaba muchas pérdidas del rival y ante el mal inicio de Jayson Tatum y Jaylen Brown... Marcus Smart, Al Horford y Robert Williams III emergían al rescate para poner a su equipo con 8 de ventaja (22-14), pero hasta ahí llegó el empuje local. Fue en ese momento en el que empezó a funcionar como un reloj el equipo de Budenholzer, que con un parcial de 2-13 se fue del primer cuarto ganando 24-27.
Cambiaron las tornas en el segundo cuarto. La agresividad atrás de Milwaukee provocó pérdidas de balón a Boston, la intimidación inicial de Robert Williams III iba menguando, Anteto dominaba la pista, Brown andaba desaparecido preso de su precario estado físico y a Smart se le salía un hombro, lo que no le impidió volver al juego en la segunda mitad. Al descanso, 46-56.
Milwaukee siempre fue al frente en la segunda parte. Ventaja de 12 en el tercer cuarto con 46-58 que minimizó Tatum con un par de triples, problemas de Smart en una pierna, golpe a Williams III en el centro de la paternidad... y los Bucks a su ritmo a pesar de que Anteto se cargó con 4 faltas a 3:37 del final del tercer cuarto.
Nunca los Celtics, que abusaron del triple ante su incapacidad para hacer daño dentro, estuvieron a tiro de piedra de unos Bucks muy sólidos que se fueron hasta los 17 puntos de ventaja en el cuarto final. Marcus Smart se marchó a vestuarios definitivamente cojo y en la parte final del partido, con todo ya decidido, jugaron de forma testimonial Serge Ibaka y Luca Vildoza.
Bobby Portis fue el tercer jugador de Bucks con 15 puntos y 11 rebotes, a lo que se añadió el buen papel reboteador e intimidador de Brook Lopez y el notable trabajo en la segunda unidad de Grayson Allen, Pat Connaughton y Jevon Carter.
Celtics sufrió a partir del 10 de 31 en el tiro de los Jays. Tatum finalizó con 21 puntos y Brown con 12 más 9 rebotes, perdiendo, eso sí, 7 balones. Solo Al Horford ofreció números apreciables con su doble-doble (12 puntos y 10 rebotes en 36 minutos), si bien sus mejores minutos llegaron en el primer cuarto. Smart perdió fuerza a partir de sus problemas en el hombro y en la pierna y Derrick White fue el mejor suplente local.
Primer golpe de Milwaukee en la serie, un golpe rotundo desde la experiencia y el poder grupal, pero un golpe meramente inicial. Habrá que ver cómo está Smart, porque a Brown se le ha visto muy por debajo de su físico. La serie empieza mal para Boston, pero esto no ha hecho nada más que empezar.