Memphis Grizzlies respondiendo a las exigencias de postemporada. Reacción inmediata y contundente de los chicos de Taylor Jenkins tras perder el primer partido ante Minnesota. El segundo fue otra historia.
El FedExForum asistió a una versión más real de su equipo o, al menos, vio una versión más acorde a lo que el equipo dio en temporada regular, y el resultado no fue otro que unos Grizzlies intratables que ganaron 124-96 firmando el más holgado triunfo de la franquicia en todas sus presencias en playoffs.
El partido no empezó demasiado bien. El primer cuarto fue un pequeño suplicio, un potro de tortura que se alargó y alargó debido a las 20 faltas que pitaron los árbitros en los primeros 12 minutos. Una auténtica locura.
Más allás de ese inicio interminable, el encuentro fue un coto vedado en el que nunca pudo entrar Minnesota, que se fue del tercer cuarto perdiendo ya por 19 puntos, con Memphis situándose ya por entonces en vías de solucionar el partido.
Los locales solo perdieron 9 balones, subieron varios peldaños su tono defensivo respecto al primer juego y tuvieron a 7 jugadores en dobles dígitos anotadores, con Ja Morant como líder indiscutible rozando el triple-doble con 23 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias.
Jaren Jackson Jr., que metió 4 triples y capturó 7 rebotes, encestó 16 puntos, los mismos con los que terminó Desmond Bane.
Minnesota estuvo fuera de foco, no llegó al 40% en el tiro y extravió 19 balones, además de perder la batalla física y mostrar escasa agresividad en defensa.
Anthony Edwards consiguió 20 puntos, Karl-Anthony Towns se movió en un tono gris para 15 unidades anotadas y 11 rebotes, D'Angelo Russell hizo otro mal partido y nula fue la aportación de jugadores importantes como Patrick Beverley o Malik Beasley.