Ben Simmons no está dispuesto a dejar de cobrar lo estipulado en su contrato con los Sixers, al menos, no sin pelearlo. El jugador, actualmente en los Nets, ha presentado una reclamación contra su antiguo equipo para tratar de recuperar los casi 20 millones de dólares que la franquicia de Filadelfia no le ha abonado.
La decisión final se deberá tomar tras un procedimiento arbitral en el que además del jugador y su antiguo equipo, también tendrán algo que decir la NBPA, sindicato de los jugadores, y la propia NBA, ante los que se ha presentado la reclamación.
Simmons no se incorporó al equipo de Filadelfia en la pretemporada alegando problemas de salud mental y los Sixers decidieron retener un adelanto de su salario de más de 8 millones de dólares que le tendrían que haber abonado por dichas fechas.
Más tarde, fue la propia franquicia la que decidió suspenderle por su actitud en un entrenamiento, apartándole finalmente de forma definitiva del equipo y reteniendo su salario. Simmons no llegó a disputar un solo minuto antes de su traspaso a los Nets en febrero y tampoco ha debutado todavía con los de Brooklyn.
Los Sixers han insistido desde un principio en que la actitud de Simmons suponía un claro incumplimiento de contrato conforme a los términos del convenio vigente en la NBA, más cuando el jugador y su agente, Rich Paul, no permitieron que los médicos del conjunto de Filadelfia examinaran al jugador para evaluar sus alegadas dolencias psicológicas.
El desacuerdo entre jugador y equipo ha continuado tras su traspaso y tampoco la NBPA y la NBA han conseguido ponerse de acuerdo sobre cómo tratar este asunto, por lo que será un arbitraje el que decida qué hacer y podría sentar un importante precedente sobre cómo habrán de tratarse en un futuro los conflictos entre la salud mental de los jugadores y sus obligaciones contractuales.