Batacazo de los Sixers en su visita a Detroit. En plena pugna a cuatro por liderar el Este, Philadelphia perdió 102-94 ante uno de los peores equipos de la liga, unos Pistons que ya solo parecían estar a la espera de que el draft les diera otra alegría.
Un último cuarto infame saldado con un 29-15 para Detroit ha condenado a unos Sixers irreconocibles.
El jugador de Pistons a lo largo del partido fue su rookie estelar, Cade Cunningham, pero el jugador decisivo en el final del juego fue el joven Saddiq Bey.
Cunningham está encadenando muy buenos partidos en esta parte final de la temporada. Hoy, el número 1 del último draft se ha ido a 27 puntos, 6 asistencias, 4 robos y un 60% en el tiro de campo.
Bey, mientras, ha metido 20 puntos, pero lo importante es que ha enchufado 10 en los últimos 4 minutos y medio del encuentro, haciendo 7 en el parcial de 9-0 que ha dejado el partido prácticamente visto para sentencia, un parcial que ha llevado el luminoso a un holgado 102-89 con 1:54 por jugar.
Al final, ese 102-94 con el que Pistons logra su 21ª victoria del curso (21-56), un triunfo en el que ha resultado clave el abismo que ha separado a las suplencias de los equipos contrincantes. La segunda unidad local ha facturado 39 puntos y la visitante solo 8. Sin profundidad de banquillo el equipo de Doc Rivers. Un desastre.
Detroit, que juega sin Jerami Grant y que ha perdido por lesión en el tercer cuarto a Marvin Bagley III, se ha impuesto a un equipo que por momentos solo fue Embiid, Embiid y más Embiid, pero cuando el camerunés se apagó, y eso sucedió en el último cuarto, su equipo se desvaneció.
Embiid ha finalizado la noche con 37 puntos y 15 rebotes (y con 7 pérdidas de balón). Y poco más. Poca o nula ayuda por parte de sus compañeros.
James Harden sumó 18 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias, pero con 4 de 15 en el lanzamiento a canasta, Tobias Harris metió 14 puntos y Tyrese Maxey hizo 13.
La derrota supone un gran varapalo para los Sixers en su lucha por encabezar su conferencia.