Lo de Ben Simmons es un suma y sigue. El jugador australiano lleva toda la temporada en blanco debido a su rebeldía contra los Sixers y problemas de índole mental que nunca quedaron aclarados. Traspasado a los Nets, sigue sin jugar.
No parecía estar listo aún para volver al juego, pero ahora se ha revelado el enésimo capítulo de la particular travesía del australiano: tiene una hernia de disco que le lleva a maltraer.
Su nuevo equipo le practicó una resonancia magnética días atrás que reveló que sus problemas en la espalda tenían su origen en una hernia de disco, una hernia que le provoca puntualmente molestos dolores que días atrás tuvieron que ser aplacados mediante una anestesia epidural.
Su entrenador, Steve Nash, ha hablado de todo ello, y sabe muy bien de lo que habla, ya que él mismo padeció este tipo de lesión siendo jugador.
Lo que no está nada claro es en qué parte del proceso se encuentra Simmons y en qué grado afectará a su vuelta a las pistas, que parecía cercana, pero que ahora parece alejarse.
La idea de los Nets era que Simmons debutara antes de acabar la temporada regular, pero ese escenario se torna cada día más irreal.