Duelo entre el cuarto y el quinto del Oeste. Y victoria de Dallas para acercarse aún más a la cuarta plaza de Utah. Triunfo por 111-103 al ritmo feliz de Luka Doncic. El esloveno está en uno de esos momentos en los que todo fluye. Todo parece fácil para él. Anda a un nivel estratosférico.
Un nuevo ejercicio de maestría del joven All-Star. Suyos 35 puntos, 16 rebotes -récord personal en la temporada- y 7 asistencias. Con buenos porcentajes de tiro. Liderando sin fallas a su equipo.
Y dos escuderos para Doncic. Dos jugadores que se encuentran en una gran forma. Dos piezas de Dallas que encandenan buenos partidos. Son el recién llegado Spencer Dinwiddie y el poco valorado Dorian Finney-Smith. Ambos anotaron 21 puntos y entre los dos enchufaron 9 triples.
Quinta victoria seguida de Dallas. Para alcanzar las 40 en la temporada. Su 40-25 roza ya el 40-24 de Utah Jazz. Hoy no fue enemigo el equipo de Salt Lake City.
Utah solo estuvo 13 segundos por delante en el marcador. Perdió cada uno de los tres primeros parciales. En el tercer cuarto caía por 20 puntos. Y empezó el último perdiendo 85-68. Eso sí, no se rindió nunca el equipo de Snyder.
El partido fue de neto dominio local. Con un par de piques entre Luka Doncic y Rudy Gobert. Con Dallas limitando el apartado de las pérdidas de balón. Y tirando bien de 3. Y con Doncic llevando la manija del partido. Maneja los tiempos como pocos en una NBA en la que se ha olvidado el tempo del partido.
Venía Utah de un back-to-back. Y no rindieron bien sus dos grandes estrellas. Donovan Mitchell acabó con un 5 de 19 en el tiro. Sumó 17 puntos y 9 asistencias. Y Gobert se quedó en un doble-doble sin demasiado valor (12 puntos y 13 rebotes). Fue Bojan Bogdanovic el máximo anotador visitante: 21 puntos. Jordan Clarkson metió 19. Y Mike Conley sigue en una peligrosa cuesta abajo.
Dallas ve con optimismo el futuro. Está muy cerca de arrebatar el cuarto puesto a Utah. Sería tener el factor cancha en la primera ronda de los playoffs. Ese es el objetivo.