DeMar DeRozan está desatado y su equipo lo agradece. Otro triunfo de Chicago Bulls y otra exhibición de un cada vez más serio aspirante a MVP de la temporada. Los Bulls suman 6 triunfos seguidos y con 39-21 se encaraman en solitario a la primera posición del Este.
Victoria ante Hawks por 112-108 con DeRozan rozando un día más la perfección: 37 puntos con 15 de 21 en el tiro de campo. Hoy, incluso, se ha permitido el lujo de presentar un 2 de 3 desde el triple. Suma el alero 8 partidos consecutivos sin bajar de 35 puntos, 8 partidos en los que no ha bajado del 50% de acierto en ninguno de ellos. Un grado de efectividad asombroso.
DeRozan metió, además, 5 de sus 37 puntos en el último minuto de un partido bastante parejo que Chicago fue capaz de resolver gracias a que en los 2 últimos minutos cerró el juego con un parcial de 7-0 en el que DeRozan tuvo casi todo el peso. Rotundo modo de coronar su gran actuación.
Zach LaVine hizo 20 puntos, Nikola Vucevic sumó 12 más 10 rebotes en una noche discreta, el novato Ayo Dosunmu añadió 12 puntos y 3 tapones y Tristan Thompson debutó con su nuevo equipo ofreciendo muy buenas sensaciones.
Atlanta, que ocupa el último puesto que da derecho a jugar el play-in, con 28-31, sufrió una horrible noche en el tiro de su gran estrella, Trae Young. Negado el base, que se fue a un 3 de 17 en el tiro de campo para acabar con 14 puntos y 10 asistencias.
Los mejores de Hawks fueron Bogdan Bogdanovic y Danilo Gallinari. El serbio, que está en una gran forma, sumó 27 puntos, su mejor marca del curso, y asumió 24 tiros de campo partiendo de la suplencia; el italiano, que es titular por la baja de John Collins, se fue a 26 puntos y 9 rebotes.
Además, 14 puntos y 17 rebotes de Clint Capela, que al descanso ya había completado un doble-doble.
En el lado malo de Atlanta, el hecho de que Hunter no pudiera jugar la segunda parte por estar enfermo (en la primera ya se le vio mal), los problemas físicos de Lou Williams, el discreto día de Huerter y la ya citada noche aciaga de Young.