Ya se sabe que después de los excesos vienen las duras resacas. Algo así le ha ocurrido hoy a Boston Celtics, que ha perdido ante Pistons en el TD Garden 24 horas después de endosar una paliza histórica a los Sixers.
Llegaba Detroit a Boston como el peor equipo de la temporada y habiendo acumulado 8 derrotas consecutivas. Los Celtics, mientras, acudían al partido con 9 victorias seguidas y 11 en sus 12 últimos partidos. Pero el baloncesto tiene caminos inesperados que lo engrandecen.
A Boston le pesó el cansancio del back-to-back, la extraña relajación que llega siempre tras una victoria desbordante y, especialmente, la baja de Marcus Smart, además de jugar sin Robert Williams III, una ausencia esta última que pesó en el rebote.
Lo de Smart fue trágico. No solo por lo que ha aportado en defensa a lo largo de la gran racha de Celtics, sino también por lo que ha supuesto a la hora de dirigir el juego del equipo. Ni Derrick White ha estado hoy a la altura de Smart, ni Jayson Tatum ha podido superar la baja de su compañero, ya que tener más bola en sus manos le ha llevado a perder 7 balones.
Los Pistons llegaron al Garden sin hacer ruido y se llevaron un triunfo de gran valor. Con gran acierto desde el triple, dominio aplastante del rebote -una auténtica sangría para Boston-, superioridad de su segunda unidad ante la local y 3 jugadores en 20 o más puntos.
Jerami Grant hizo 24 puntos y la canasta a la postre ganadora, transformada a 19,1 segundos del final; Cade Cunningham sumó 20 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, además de una gran defensa en los últimos segundos sobre Jaylen Brown; y Saddiq Bey añadió 20 tantos, 11 rebotes, 6 asistencias y 5 triples.
Además, 15 puntos en 17 minutos para el suplente Kelly Olynyk, aportando desde su experiencia.
Boston (34-26 ahora) terminó el partido con un 54,5% en el tiro de campo, pero ni siquiera eso le bastó para ganar. Su defensa no fue la defensa de su gran trayectoria triunfal, ni supo cerrar bien el partido, algo que también había olvidado -lo de sus problemas para acabar el juego- en los últimos tiempos.
El final fue apretado, muy apretado. Al Horford, excelente partido el suyo, había metido un triple con potencial ganador (111-110) al que respondió Jerami Grant con una bella canasta (111-112 a 19,1 segundos de la conclusión). Ese 111-112 que sería el resultado final.
Luego, buscó la cesta Jaylen Brown para recibir un tapón al alimón de Cunningham y Stewart, perdió el balón Detroit por la astucia de Derrick White y erró el tiro ganador Jayson Tatum, un tiro sobre el tiempo final.
Celtics tuvo a Brown con 31 puntos y 6 asistencias, a Tatum con 22 puntos, a Al Horford a nivel top con 19 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y 8 de 10 en el tiro y a Grant Williams con 17 tantos.
Y los Pistons se fueron con una victoria del Garden. Su 13ª victoria en 58 partidos.