Thompson ya es SuperKlay, un héroe con todas las letras, un superhéroe mayúsculo. Pocos podían imaginar que después de pasar 941 días sin jugar tras encadenar lesiones de rodilla y Aquiles, el bueno de Klay pudiera volver a las pistas con este nivel. Hoy ha sido el verdugo de los Lakers.
Lakers mejoró sus prestaciones en la pista y apuró hasta el final a los Warriors, que ganaron 117-115 porque Thompson se sacó de la chistera un formidable último cuarto en el que anotó 16 de sus 33 puntos.
Si ya es una gran noticia que Klay haya jugado, como hoy lo ha hecho, 30 minutos, aún es más noticia verle anotar 33 puntos con buenos porcentajes, incluidos 5 triples, y verle ser decisivo en el momento de la verdad. Una alegría para cualquier aficionado al baloncesto de buen corazón. Lógico que al ser entrevistado en la pista tras la victoria al jugador se le viera profundamente emocionado y con una sonrisa de oreja a oreja. No era para menos.
A Warriors le llueven las buenas noticias. El equipo es capaz de ganar sin Draymond Green y con Stephen Curry negado desde el triple (1 de 8), aunque hizo un buen partido (24 puntos y 8 asistencias) y metió una canasta decisiva a 46 segundos del final. Y los de San Francisco han apostado por un jugador que apunta muchísimas maneras: Jonathan Kuminga.
La República Democrática del Congo es una nación rica en diamantes, y se puede decir a tenor de lo visto hasta la fecha que Kuminga es un diamante en bruto, un jugador por pulir que puede dar enormes satisfacciones a Warriors. Su primera parte ante Lakers fue enorme, y terminó el partido con 18 puntos, 9 rebotes y 8 de 11 en el tiro tras permanecer 25 minutos en pista. Un rookie de primer nivel.
Además, 19 puntos de Andrew Wiggins y muy buena labor de zapa de Kevon Looney, que trabajó bien el rebote y fue una pieza importante en el trabajo oscuro necesario para lograr que Warriors siga sin encadenar 3 derrotas seguidas esta temporada.
Warriors dominó el marcador hasta que en el último cuarto Lakers se puso 95-101 tras abrir el cuarto con parcial de 0-7. Antes, en el inicio del segundo cuarto, Golden State adquirió su máxima ventaja del partido, un +15 (41-26) que presagiaba nubarrones en Lakers que nunca llegaron, porque hay que decir que Lakers se comportó hoy como un equipo competitivo, nada que ver con otras noches en las que el equipo no ha estado ni a la altura ni a la bajura, andando más bien desaparecido en combate.
De hecho, hoy no se ha palpado en la pista el abismo que separa a estos dos equipos en la temporada, con Warriors en marca de 42-15 y Lakers cayendo a un decepcionante 26-31.
El partido llegó vivo al final, un final intenso y competitivo cuya máxima expresión fue ese rebote en la recta final del juego que prácticamente buscaron todos los jugadores apelotonados bajo el aro tras errar un tiro libre Anthony Davis, con un balón que parecía impregnado de aceite y que se empeñaba en no tener dueño. Pasión pura. Y restaba aún 1:12 para acabar el juego.
Luego, LeBron tuvo en sus manos enviar el partido a la prórroga. Con 117-114 en el marcador, gozó de 3 libres a 2,4 segundos del final: el primero lo erró, el segundo lo metió y el tercero lo tiró hábilmente a fallar con éxito, pero el rebote sin dueño derivó en que se esfumara el tiempo.
James sumó 26 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias, superó a Abdul-Jabbar como jugador con más puntos en la historia NBA sumando fase regular y playoffs, pero acabó nuevamente apesadumbrado.
Russell Westbrook hizo un partido digno. Sumó 19 puntos, lanzó con buenos porcentajes, solo perdió un balón... No estuvo brillante, pero tampoco penalizó al equipo. Y la segunda unidad de Lakers funcionó muy bien con Talen Horton-Tucker a la cabeza y una muy buena aportación del joven Austin Reaves.
En el lado negativo, otra vez Anthony Davis, que sigue sin dar la talla últimamente. Ante Warriors, 16 puntos y 3 tapones. Solo ha lanzado 34 tiros de campo en los últimos 3 partidos. Se antojan muy pocos para el sentido de urgencia que tiene su equipo. No está forzando situaciones de cara al aro que antes era capaz de apurar y coronar con éxito.
El mexicano Juan Toscano-Anderson tuvo una presencia testimonial en el partido en las filas locales y Trevor Ariza jugó 16 minutos sin pena ni gloria en las filas visitantes.