Phoenix Suns no para de poner en evidencia a sus detractores. O al menos a todos aquellos que siguen sin poner en valor el verdadero calibre del equipo de Arizona. Otra demostración de fuerza de los de Monty Williams. Victorias en 24 horas en Chicago y en Filadelfia.
Back-to-back infernal superado con nota. Triunfo ante Sixers por 109-114 para sumar 14 victorias en 15 partidos. Y para ponerse con marca de 44-10. El próximo rival... nada menos que los Bucks. Vaya calendario. Esta vez en Phoenix en una reedición de las Finales.
Philadelphia llegó a estar con 14 puntos de ventaja. Sucedió en el tercer cuarto. Pero Phoenix reaccionó. Otra vez Devin Booker al frente de la anotación. Sumó 35 puntos. Otra vez Chris Paul dirigiendo el cotarro. A pesar de su 7 de 18 en el tiro y sus 6 pérdidas. Porque sus 16 puntos y 12 asistencias valieron. Y otra vez Mikal Bridges demostrando que está en su mejor momento de la temporada.
En realidad, Bridges fue el jugador del partido. Porque estuvo enorme en los dos lados de la cancha. Acabó con 23 puntos. Tirando bien. Siendo agresivo atrás.
No fue el día de Deandre Ayton. Totalmente superado por Joel Embiid. Sel le vieron las costuras al bahameño. Pero poco importó porque JaVale McGee le cubrió la espalda de maravilla. Una vez más. McGee está haciendo una gran temporada. Hoy... 15 puntos y 12 rebotes en solo 18 minutos de acción. Poco se habla de McGee.
Jae Crowder se fue sin anotar. Pero defendió fuerte y capturó 14 rebotes.
Suns solo perdió 8 balones y aguantó firme pese a su muy mala noche desde el triple. Su solidez como grupo resulta intachable.
El partido estuvo igualado de principio a fin. Y estuvo preñado de un gran gen competitivo. Sixers cerró el primer y segundo cuartos con canastas sobre la bocina. Llegó a tener 14 puntos en el tercer cuarto. Pero no supo romper el partido. Se llegó con 99-99 a los 4 últimos minutos. Un 2+1 de Booker puso el 102-108. Sixers se acercó hasta el 107-110. Pero Embiid no tuvo su mejor final.
El camerunés (34 puntos y 12 rebotes) se autoflageló tras el encuentro. Tiró un triple que acabó en pedrada acosado por las circunstancias. Y acto seguido robó un balón crucial para de inmediato perderlo. En esa pérdida se desvanecieron las opciones locales.
El otro gran jugador local fue Tobias Harris con 30 puntos y 13 de 18 en el tiro. Tyrese Maxey metió 14. Pero no tuvo una noche especialmente brillante. Cuando mejor estuvo, mejor le fue al equipo. Ocurrió en el tercer cuarto. A Seth Curry le fue bastante peor. Falló sus 8 primeros tiros y acabó con una serie de 1 de 9. Buena labor de Matisse Thybulle. Y buenos minutos de Andre Drummond.
Sixers queda 32-22. Quinto de un Este que está que arde.