Del todo a la nada en todos los aspectos del juego, los individuales y los colectivos. Ricky Rubio pasó de ir ganando el partido con un juego y unos números maravillosos a terminar lesionado y perdiéndolo.
Una auténtica pena. Rubio llevaba 27 puntos, 13 rebotes, 9 asistencias, 2 tapones y 2 robos de balón cuando llegó la jugada fatídica. Penetró a canasta y cayó al suelo echándose de inmediato la mano a la rodilla izquierda. Restaban 2:20 para el final del encuentro y Cleveland perdía 99-97 ante unos Pelicans a los que llegó a dominar por 23 puntos en un fantástico primer cuarto.
No había duda de que Rubio se había hecho daño. No pudo reincorporarse en condiciones. Y terminó yéndose a los vestuarios con ayuda de sus compañeros, sin poder apoyar el peso de su cuerpo sobre la pierna lesionada. No tenía buena pinta la lesión, desde luego.
La baja de Rubio ha de ser un durísimo golpe para el juego exterior de unos Cavs que ya tienen lesionado a Collin Sexton y que tienen en los protocolos Covid-19 a Darius Garland.
El internacional español seguía siendo evaluado por los médicos en los vestuarios una vez terminó el partido, partido que Cavaliers perdió 108-104 ante unos Pelicans que remontaron en el último cuarto a partir del acierto desde el triple de Garrett Temple y el buen trabajo defensivo del equipo, que ahora mismo está sin Brandon Ingram.
Herb Jones lideró el triunfo local con 26 puntos y 3 tapones, Devonte' Graham logró 18 puntos salvando una posible lesión en el primer cuarto, Temple sumó 17 tras meter 5 triples de 6 intentos y machacar a Cleveland en el último cuarto y Jonas Valanciunas acabó con un doble-doble.
No fue el día del español Willy Hernangómez: 0 puntos y 3 rebotes jugando solo 6 minutos con -8 para su equipo. Le ganó la partida esta vez Jaxson Hayes: 7 puntos y 8 rebotes en 24 minutos con +22 para los suyos.
En Cleveland, además del partidazo de Ricky Rubio, 24 puntos y 7 triples para el renacido Kevin Love y 22 puntos y 7 rebotes para Evan Mobley.