Extraña sensación. Como si una década no fuera nada. Kevin Love y Ricky Rubio vivieron juntos un 'deja vu' invertido. Jugaron juntos en su antigua casa y ganaron a su antiguo equipo. Cleveland Cavaliers es una escuadra que está en boga. Da gusto ver jugar a los Bickerstaff.
Defienden como el que más. Y atacan con una coherencia infinita. Juegan en clave grupal. Son fuertes mentalmente. Tienen juventud. Y ganan partidos. Cleveland se impuso de principio a fin a unos Timberwolves presos de su irregularidad. Los Cavs están con marca de 15-12. Jugando sin Collin Sexton. Teniendo un calendario complejo.
Love y Rubio saltaron casi al unísono a la pista del que fuera su equipo. Empezaron a compartir vestuario en Minnesota en 2011. La afición recuerda el inicio de aquella etapa con una pasión que luego se fue desinflando. Aplausos para Rubio cuando saltó a la pista a 4:39 del final del primer cuarto. Aplausos para Love cuando lo hizo 9 segundos después. Para entonces el partido ya estaba medio decidido. Porque Cleveland puso la directa en el primer cuarto.
Estos Cavs ya ganan por la vía rápida. El partido arrancó 4-20. Con Jarrett Allen, Lauri Markkanen e Isaac Okoro marcando las diferencias. Empezó Wolves con 1 de 7 en el tiro, 0 asistencias y 3 pérdidas. Arrancó Cavs con 9 de 10, 8 asistencias y 0 pérdidas. Demencial. Y los locales ya no levantaron cabeza.
Una máxima de 19 puntos en el primer cuarto para Cavs (10-29). Un contundente 44-65 al descanso con Markkanen machacando con sus triples. Y con Allen dominando los tableros. Y se acabó.
No hubo emoción. Al final, 106-123. Cleveland defendiendo otra vez bien. Los de Ohio con un 54,1% en el tiro. Con 34 asistencias. Con 7 jugadores en dobles dígitos encestadores. Y Kevin Love como en sus mejores tiempos. Hizo 18 puntos, 13 rebotes y 4 asistencias en 23 minutos. Mientras que Rubio no tiró bien. Pero sumó 6 puntos, 4 rebotes y 8 asistencias en 23 minutos también.
Love y Rubio fueron protagonistas en lo sentimental (y Love también en lo deportivo). Pero hubo otros jugadores que estuvieron en primera línea competitiva. Jarrett Allen no para. Hoy, 21 puntos y 10 rebotes en 27 minutos. Lauri Markkanen lució baloncesto. Suyos, 19 puntos en 22 minutos. Isaac Okoro hizo 16 puntos. Y Darius Garland, 12 puntos y 12 asistencias.
Minnesota, mal. Karl-Anthony Towns firmó unos engañosos 21 puntos. Porque 12 los metió cuando ya no había partido. Horrible desde el triple el dominicano.
Además, irreconocible Anthony Edwards. Hoy no hacía falta que estuviera Gobert al otro lado. Edwards se ha defendido solo. En otro partido sin D'Angelo Russell.
El argentino Bolmaro jugó 16 minutos. Hizo 2 puntos, 2 rebotes, 1 asistencia y 2 robos. Por lo menos lleva ya varios partidos integrado en la rotación de Finch.