Tras las grandes celebraciones, que no otra cosa fue derrotar con amplitud a Phoenix, vienen las grandes resacas, que no otra cosa es perder en casa ante San Antonio. Todo en 24 horas. El cansancio pudo tener que ver, pero lo que no se puede hacer es restar méritos a los Spurs.
San Antonio dio muestras de una gran personalidad en el desenlace de un partido que había dominado claramente y que merecía ganar, pero que se le había complicado sobremanera.
Stephen Curry, horrible toda la noche en el tiro, metió 6 puntos seguidos para adelantar a los suyos 106-103 a 2 minutos del final tras haber llegado a estar 22 puntos abajo, pero alcanzado ese momento San Antonio, lejos de hundirse, sacó de su más íntima condición un espíritu ganador poderoso, respondió con un triple importantísimo de Derrick White y finalizó el partido con un parcial de 9-1 para ganar 107-112 y dar la campanada.
El equipo texano había trazado antes un partido ejemplar. Su arranque resultó formidable, poniéndose ya con un tremendo 11-30 jugándose el primer cuarto, que finalizó 21-36, adquiriendo una ventaja de 22 puntos al inicio del segundo acto (21-43) tras un parcial de 7-0 y poniéndose con 18 de ventaja en el tercer cuarto (62-80).
Todo ese caudal positivo generado por el equipo visitante pareció irse al garete en el último cuarto, cuando los de Popovich vieron cómo perdían su ventaja tras llegar a acumular una racha negativa de 2 de 14 en el tiro de campo, con 0 de 8 desde el triple, un atasco ofensivo -producto también de un mejor trabajo defensivo local- que llevó a Warriors a ponerse 104-103, su primera ventaja en el marcador desde el 9-8 del primer cuarto. Pero los Spurs no se vinieron abajo esta vez.
Derrick White (25 puntos) resultó decisivo en la recta final al anotar 6 puntos, Dejounte Murray (23 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias) fue una vez más el jugador más completo de la escuadra texana y Lonnie Walker IV (21 puntos) brilló en la primera parte anotando 18.
Además, 15 puntos y 7 rebotes de Keldon Johnson y partido completo de Jakob Poeltl, jugador que aporta mucho y que hace que su equipo juegue mejor cuando él está en la cancha.
Todo ello con Pau Gasol como testigo de excepción, presente entre el público y viendo la victoria de uno de sus exequipos, Spurs, que suma 4 triunfos seguidos ante Celtics, Wizards, Blazers y Warriors. No está nada mal.
Warriors volvió a sufrir una horrenda noche en el tiro de Curry, que terminó con 27 puntos tras meter 7 de sus 28 tiros de campo y 5 de sus 17 triples. Jordan Poole sumó 15, pero en los 23 minutos que estuvo jugando su equipo encajó un -26. Y Draymond Green rozó el triple-doble, pero no estuvo súper.
En realidad, lo mejor de Golden State volvió a ser su segunda unidad, con 14 puntos y 7 rebotes de Damion Lee y otro partidazo del muy en forma Juan Toscano-Anderson. El mexicano acabó con 13 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias en 32 minutos, metió el 50% de sus tiros y su equipo hizo un +24 con él en pista.
Segunda derrota en casa de Warriors en la temporada para quedar con 19-4 en el marco general, igualado con Suns.