Paliza en toda regla, y de las que duelen. Minnesota Timberwolves pulverizó sin contemplaciones a Memphis Grizzlies al ganar por 43 puntos de diferencia (138-95) tras terminar el tercer cuarto venciendo por 42 y llegar a amasar una máxima ventaja de 45.
La defensa de Memphis fue un auténtico coladero. Al descanso ya había encajado 72 puntos (72-43) y al final del tercer cuarto había recibido 113 tantos (113-71). Difícil hacerlo peor.
Los locales anularon a Ja Morant, que estuvo gris, muy gris. Acabó con 11 puntos en su haber, igualando su peor marca encestadora de la temporada.
En el lado contrario, en las antípodas, el big three local, que anduvo estupendo y enchufó en su conjunto 72 puntos.
D'Angelo Russell metió 28 puntos, el dominicano Karl-Anthony Towns firmó 21 en 24 minutos, pero el auténtico líder en este partido fue el joven Anthony Edwards, que sumó 23 puntos en 26 minutos con 8 de 10 en el tiro de campo y 5 de 6 desde el triple.
Porque Edwards fue el que rompió ya el partido en el primer cuarto, que acabó 40-23. Sí, Minnesota usó la vía rápida, el partido duró bien poco. De esos 40 puntos iniciales, 17 de Edwards, que metió en el primer cuarto 5 de 5 desde el triple y además hizo un mate salvaje, de esos vuelos sin motor que dejan a la grada copada.
Buenas ayudas de jugadores como Patrick Beverley, Michael Beasley o Jarred Vanderbilt para impulsar el tercer triunfo al hilo de Timberwolves, que se acerca ya el 50% de victorias en la temporada.
Los de Mineápolis estuvieron en un 53,8% en el tiro de campo, metieron 20 triples rozando el 50% de efectividad y capturaron 18 rebotes ofensivos.
Memphis fue un desastre de principio a fin. No jugó Dillon Brooks y salió por él como titular Kyle Anderson. Solo se salvó de la quema Desmond Bane. El resto, lamentables.