Boston Celtics retrató a los Lakers en la segunda parte (70-47). El equipo angelino volvió a brindar un ejercicio fantasmal en defensa para perder 130-102 ante unos Celtics que sintieron la mejor energía de Jayson Tatum y el poder de secundarios de lujo como Marcus Smart, Dennis Schröder y Al Horford.
Triste regreso de LeBron James en materia colectiva. El de Akron regresó después de perderse 8 partidos por una lesión abdominal, 8 partidos en los que su equipo solo ganó 3, pero su vuelta no ha sido la panacea. Está claro que LeBron sigue siendo un jugador top en la NBA, pero que ya no está a sus casi 37 años para sacar la varita mágica a su antojo.
Boston se permitió el lujo de anotar 130 puntos, ¡70 en la segunda parte y 37 en el cuarto final! Lakers sigue empeñado en dar vida a todos sus rivales a partir de su nulo compromiso defensivo. Un horror ver defender a estos Lakers, que en 17 partidos han encajado casi 2.000 puntos, situándose su cifra de puntos recibidos en este arranque de campaña como su segunda peor de los últimos 40 años, y esta insuficiencia defensiva se veía venir desde el principio por la propia confección de la plantilla.
Victoria contundente del equipo de Ime Udoka, que consiguió equilibrar su temporada (8-8) y desequilibrar la del máximo rival histórico (8-9) en un partido que medía a las dos franquicias más laureadas de la NBA, pero también a dos equipos que han comenzado de un modo gris la presente temporada y que necesitaban de un gran triunfo para reubicarse, y ese gran triunfo lo obtuvo el equipo local.
Tatum sumó 37 puntos (metiendo solo 3 en el primer cuarto), 11 rebotes y 3 robos, asumió 26 tiros estando en el 50% de acierto y resultó vital a la hora de canalizar el juego ofensivo de Boston, que llegaba al partido con bajas de más calado (Jaylen Brown y Robert Williams III) que las del rival (Kendrick Nunn, Trevor Ariza y Austin Reaves).
Mientras, Smart, magnífico toda la noche, se fue a 22 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, Schröder, especialmente motivado ante su exequipo, terminó con 21 puntos y 6 asistencias y Horford, espléndido en su esfuerzo en los dos lados de la cancha, firmó 18 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias en 32 minutos. Los tres estuvieron por encima del 50% en el tiro de campo.
Josh Richardson añadió 15 puntos desde una segunda unidad en la que el ex de Mavericks, Enes Kanter y Romeo Langford protagonizaron parciales muy positivos para su equipo.
Aaron Nesmith quedó para los minutos intrascendentes y el holgado marcador permitió a Juancho Hernangómez jugar 4 minutos.
Lakers fue Anthony Davis (31 puntos y 3 tapones), que le hizo un roto a Boston en el primer cuarto, y LeBron James (23 puntos en 32 minutos con 10 de 16 en el tiro). Más allá de ellos, poco o nada. Tal vez algunos ramalazos en el tiro de Carmelo Anthony y el inicio del último cuarto de un Russell Westbrook que, por lo demás, tuvo un partido bien gris.
Pero casi lo peor estuvo en los secundarios, muy al contrario de lo que pasó con Boston. Especial desaparición de Talen Horton-Tucker, que tras dos partidos espléndidos se desvaneció de mala manera (2 puntos y 0 de 6 en el tiro). Tampoco aportaron nada Wayne Ellington y Rajon Rondo, como no lo hizo Dwight Howard, más allá de sus cifras.
Vogel no encuentra soluciones y los rivales pasan por encima del equipo. Celtics apretó en defensa a partir del segundo cuarto y el ataque de Lakers enmudeció después de un atracón de puntos en los primeros 12 minutos.
Se veía venir. Los angelinos habían ofrecido muy pocas claves positivas ante equipos sin pedigrí y elevado el nivel de los rivales -Bulls, Bucks y Celtics- han llegado 3 derrotas seguidas por 18, 7 y 22, a pesar de que Milwaukee y Boston no están en su mejor momento precisamente.
El partido existió hasta su intermedio. Se llegó con 60-61 al descanso, y se entró entonces en el cuarto clave, el tercero, un cuarto que arrancó con un 8-0 para Boston, con gran inicio de Smart, y en el que los locales llegaron a ponerse con 14 de ventaja, terminándolo con 93-82 a su favor tras dejar a Lakers en 21 puntos.
El último cuarto nos dejó ya la debacle visitante. La intensidad que había ofrecido el partido en el primer tiempo se convirtió en un monólogo. Control férreo de la situación por parte de Celtics, que lanzó 20 libres en el cuarto final. Y hundimiento de Lakers, sin defensa, sin un buen trabajo a la hora de cerrar el rebote, sin capacidad de reacción, dejándose llevar hasta ponerse 20 abajo con libres de Horford.
En la recta final, ya con las estrellas en la banda, triple de Enes Kanter respondido con triple de Dwight Howard, signo doble e inequívoco de que el partido carecía ya de tensión porque estaba finiquitado. El triple del turco puso a Boston con 25 de ventaja, la máxima del partido, terminando la noche con un contundente 130-108 que deja otra vez en evidencia a los Lakers.