Los Sixers no levantan cabeza desde que están sin Joel Embiid y Matisse Thybulle, a los que se ha añadido también la baja de Danny Green. Sin ellos, la eficiencia defensiva se ha resentido y las derrotas se acumulan. Utah Jazz ha aprovechado la situación para divertirse en la pista.
Paliza en toda regla en Salt Lake City. Utah ha ganado 120-85 tras endosar a Philadelphia un 67-38 en los 24 minutos centrales del partido. Bien necesitaba Utah el triunfo, pues venía de 4 derrotas en los últimos 5 encuentros, las 2 más cercanas en casa ante Pacers y Heat.
Peor es el paso de los Sixers, que han dejado atrás definitivamente su milagroso inicio de campaña en el que se encaramaron a las posiciones altas de la liga a pesar de sus muchas bajas. Ahora, la cosa pinta peor: 5 derrotas consecutivas y 8-7 en la tabla. El equipo de Doc Rivers cae en picado sin Embiid y otras piezas claves. De Ben Simmons ni hablamos, porque Simmons es hoy por hoy un exjugador de Sixers, salvo que se demuestre lo contrario.
Utah atacó a placer, cercenó las vías al aro de Sixers y vivió un último cuarto de lo más plácido tras finalizar el tercero con 31 puntos de ventaja.
Los locales tuvieron a Bojan Bogdanovic con 27 puntos y 5 triples, a Jordan Clarkson con 20 puntos y 7 rebotes en 22 minutos, a Rudy Gobert con 15 tantos, 17 rebotes y 4 tapones y a Donovan Mitchell y Mike Conley con 13 puntos cada uno, el primero jugando solo 22 minutos. Entre Conley e Ingles dieron 14 asistencias y Hassan Whiteside lo hizo muy bien en la primera parte.
Sixers estuvo en un 36,7% de acierto en el tiro, no fue capaz de pelear en los tableros para recuperar sus propios errores, lanzó horriblemente de 3 y estuvo fuera del encuentro a partir del segundo cuarto.
Entre los visitantes, 18 puntos de Shake Milton, con 7 de 19 en el lanzamiento a canasta, y 16 de Tyrese Maxey. Tobias Harris se mostró gris, Andre Drummond jugó 12 minutos y su equipo acumuló un -22 con él en pista, Seth Curry firmó 1 de 8 en el tiro y Georges Niang metió 7 puntos a su exequipo, quedando lejos de su rendimientos en partidos anteriores.
Los de Filadelfia no acumulaban una racha tan negativa de resultados desde diciembre de 2017.