El tiro sobre la bocina de DeMar DeRozan no entró y los Knicks se llevaron la victoria en Chicago pese a cerrar el partido encajando un parcial de 12-0 en los últimos 3 minutos. Ahora, Bulls y Knicks quedan con marca de 4-1.
Primera derrota de la temporada de los Bulls de Billy Donovan, justo en la noche dedicada al exjugador Joakim Noah, nombrado embajador de los Bulls coincidiendo con un enfrentamiento en el que en el equipo rival, Knicks, están dos piezas cruciales de aquellos Bulls exitosos de Noah, Derrick Rose y Tom Thibodeau.
El partido empezó con un parcial de 0-14 para Knicks que puso el 6-16 en el marcador, un parcial que fue contestado por un 15-3 para Bulls que colocó el 21-19; y el encuentro se cerró con ese 12-0 para Chicago que estuvo a punto de darle el partido.
Antes de ese final apretado y extraño, Knicks había hecho un ejercicio ejemplar de control del luminoso, y parecía tener todo atado y bien atado, muy al estilo Thibodeau. Pero el baloncesto suele presentar momentos luminosos y oscuros que lo cambian todo (o casi todo).
Con 91-104 en el marcador y 2:59 para el final todo parecía visto para sentencia, pero en realidad quedaba aún mucha tela que cortar.
Esa tela empezó a ahogar a los visitantes cuando Nikola Vucevic enchufó un triple para poner el 101-104 con 14,8 segundos por jugar. Luego vino una excelente defensa de Alex Caruso sobre Kemba Walker que le dio a los locales aún más vida. Con 101-104, Zach LaVine se vio obligado a renunciar al triple para meter una canasta rápida de 2, un mate que puso el 103-104. Y muy pocos segundos después, los Knicks rozaron el desastre cuando primero casi pierden el balón (les salvó que DeRozan pisara la línea de fondo) y después Julius Randle fallara 2 tiros libres decisivos a 5,1 segundos del final, un doble error inesperado.
Sacó Chicago para ganar con 4,7 segundos en el marcador, y los Knicks mostraron su cara defensiva, la que tantos partidos les ha dado en esta etapa Thibodeau. Es cierto que LaVine había quedado libre de marca, pero el pase de DeRozan no era fácil, y el ex de Raptors y Spurs era una muy buena elección para intentar ganar el partido con un tiro de rango medio. Pero su disparo ni siquiera tocó aro debido a la gran defensa de RJ Barrett y la muy buena ayuda de Mitchell Robinson. Y ahí se acabó la imbatibilidad de los Bulls.
Ganó el equipo que controló, aunque nunca con márgenes holgados, el marcador. Vencieron los Knicks con un buen trabajo defensivo y en el rebote, y con 21 puntos de Kemba Walker (5 de 6 desde el triple), 20 de Barrett, 13 tantos, 16 rebotes y 9 asistencias de Randle y 12 puntos en 19 minutos de Rose.
En los Bulls, 25 puntos para LaVine a pesar de su lesión menor en un dedo, 22 tantos, 8 rebotes y 6 pases de canasta de Nikola Vucevic y 20 puntos y 5 asistencias de DeRozan. Alex Caruso rindió a buen nivel, Lonzo Ball anduvo gris y Patrick Williams solo pudo jugar 16 minutos porque se lesionó.
Tras la victoria, Tom Thibodeau atesora ya un 8-2 ante Bulls desde que dejó el equipo.