Estos Wizards van como un tiro. Daba la impresión de que Washington había armado una buena plantilla. Y el inicio de la temporada lo está corroborando. Victoria ante Hawks por 122-111 para ponerse ya con marca de 4-1.
El equipo local afrontaba el partido sin Spencer Dinwiddie y sin Daniel Gafford. Pero se organizó muy bien sin ellos. De la mano de Bradley Beal y de todos los Lakers que llegaron en el traspaso de Russell Westbrook. Espectacular el trío formado por Montrezl Harrell, Kyle Kuzma y Kentavious Caldwell-Pope.
Harrell fue titular esta vez por la baja de Gafford. Y lo hizo muy bien. En 24 horas ha hecho dos partidazos. El miércoles sumó 25 puntos y 11 rebotes; este jueves, 25 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias. Vuelve a sonreír tras su frustrante etapa en L.A.
Kuzma, mientras, ha empezado muy bien el curso. Hoy, 21 puntos y 8 rebotes. Y Caldwell-Pope sumó otros 21 puntos con gran acierto desde el triple.
El máximo anotador local fue Beal con 27 puntos. Anduvo cerca del triple-doble.
No empezaban tan bien los Wizards en sus primeros 5 partidos desde la temporada 2014-2015. Reina la alegría en la franquicia.
Los locales solo perdieron 6 balones en todo el partido. Además, defendieron muy bien el triple. Pero encajaron demasiados puntos en la pintura. Aún así sobrevivieron a un equipo que rozó el 55% en el tiro de campo. Un equipo, Hawks, que defendió mal. No estuvo bien ni en la defensa sobre el balón, ni a la hora de cortar las líneas de pase. Y tampoco fue su mejor noche en el rebote.
Tuvo Atlanta a todos su quinteto en dobles figuras anotadoras. Con John Collins otra vez como gran bastión. Partidazo de Collins: 28 puntos, 12 rebotes y 14 de 16 en el tiro de campo. Cam Reddish es otro que ha empezado genial. Ante Wizards, 20 puntos.
Además, 15 puntos y 13 asistencias de un irregular Trae Young. Y 14 puntos de Bogdan Bogdanovic.
El partido llegó al descanso con 64-55 para Wizards. Los capitalinos dieron un gran estirón en el tercer cuarto hasta irse por 20 puntos. Pero Hawks reaccionó hasta llegar a acercarse a 5 en el último cuarto. Ahí, en el momento más delicado, surgieron Harrell y Beal para tranquilizar a la parroquia local. Estos Wizards apuntan muy buenas maneras.