Los Suns parecieron ser los Suns del pasado curso hasta que dejaron de parecerlo. El equipo de Monty Williams explotó ofensivamente en el segundo cuarto. Y luego se quedó seco en ataque. La defensa de Denver y el liderazgo de Nikola Jokic fueron las claves.
Phoenix metió 38 puntos en el segundo acto. Y solo 40 en toda la segunda parte. Para encallar definitivamente en el cuarto final con solo 16 puntos. Y los 16.000 espectadores que se dieron cita en el Footprint Center enmudecieron.
Fue un ejercicio de solidez visitante. Sin Jamal Murray el triunfo fue suyo. El taponazo que Aaron Gordon le hizo a Devin Booker fue la imagen. Sucedió en el cuarto final. Manotazo al balón para enviarlo a la grada. Enorme. Phoenix rendido a la evidencia.
Jokic volvió a ser Jokic aunque solo diera 2 asistencias. Suyos fueron 27 puntos y 13 rebotes. Le secundaron Will Barton con 20 puntos y Michael Porter Jr. con 15. Feliz estreno de Jeff Green con el equipo (13 puntos en 19 minutos). Y discreto partido de Facu Campazzo. Jugó 20 minutos. No anotó. Logró 3 rebotes, 4 asistencias y 2 robos.
Denver llegó a estar 16 puntos abajo en el segundo cuarto. Pero Phoenix careció esta vez de instinto asesino. Su máximo anotador apenas metió 16 puntos. Fue el recién renovado Mikal Bridges. Chris Paul firmó 15 tantos y 10 pases de canasta. Y el no extendido Deandre Ayton sumó también 15 puntos. Hasta 7 jugadores locales estuvieron en los dobles dígitos anotadores.
Es solo el comienzo. A Phoenix se le vio bastante justito. Devin Booker está a años luz del Booker de los playoffs. Denver, mientras, ya empieza a sobrevivir de nuevo sin Jamal Murray. Toda una prueba de fuego.