Miles y miles de ciudadanos se han congregado en las calles de Milwaukee para celebrar por todo lo alto el segundo título de la NBA de los Bucks, el primero en los últimos 50 años tras el ganado en 1971 por el equipo liderado por Oscar Robertson y el entonces Lew Alcindor.
El centro de la ciudad ha sido un hervidero. Festejo sin fin en las calles con motivo del desfile de los campeones, un desfile que ha terminado su recorrido en los alrededores del pabellón del equipo, en el llamado Deer District.
La comitiva festiva estaba encabezada por seis policías a caballo. Tras ellos un ruidoso camión de bomberos y autobuses de dos pisos sin techo donde jugadores y técnicos celebraban el triunfo de la franquicia, que se impuso en 6 partidos a los Suns, completando su objetivo el pasado martes.
En uno de los autobuses, Giannis Antetokounmpo copaba toda la atención, cargando con su hijo Liam, de apenas un año. El MVP de las Finales estaba exultante, mientras que el resto de sus compañeros se divertían también en lo alto del autocar con el trofeo de campeones presidiendo el desfile, a la par que desde las aceras se gritaba "Bucks en seis, Bucks en seis...", un lema cargado de ambición que se hizo realidad cuando el equipo pasó de perder 2-0 con los Suns a imponerse 2-4 tras lograr 4 victorias al hilo.
Imágenes del desfile hubo muchas. Se pudo ver al lesionado Donte DiVincenzo atrapando una lata de cerveza en el aire desde el autobús para después bebérsela; se pudo ver a Giannis Antetokounmpo autoparodiándose respecto a su larga rutina en el tiro libre y lanzando el balón a los aficionados desde el segundo piso del autobús; se pudo ver a P.J. Tucker embadurnado de champaña cuando estaba en el escenario, dándose un baño de éxito bien merecido...
Fue esta una fiesta largamente esperada, ¡nada menos que medio siglo!, por eso estuvo tan cargada de emociones. Los Bucks son campeones. Y la ciudad de Milwaukee ha podido celebrar por fin un campeonato.