Los Bucks dieron un paso adelante sin Giannis Antetokounmpo y los Hawks dieron un paso atrás sin Trae Young. La ausencia de las grandes estrellas de la serie marcó el quinto partido de las Finales del Este, un partido que dominó Milwaukee de principio a fin.
Milwaukee marcó diferencias desde el salto inicial. Mediado el primer cuarto dominaba 22-7 tras un 14-2 en la pintura con Jrue Holiday y Brook Lopez haciendo diabluras y con Nate McMillan viéndose obligado ya a pedir un par de tiempos muertos.
Ese inicio arrollador, pleno de intensidad en defensa y de clarividencia en ataque, marcó ya la tendencia de un encuentro que los locales llegaron a dominar por 20 puntos en el primer cuarto (30-10).
Todo la noche vivió con holgura Milwaukee, pero sin ser capaz de romper el partido, mientras que Atlanta se agarraba al juego como podía, a veces acortaba distancias, pero nunca terminaba de meterse en dinámica ganadora. De hecho, lo más que consiguió Hawks en toda la noche fue ponerse a 6 puntos (65-59) jugándose el tercer cuarto. Ese fue el momento en que más apretó a un rival que hizo un partido excelente.
Se pedía en los Bucks que los jugadores dieran un paso adelante sin Anteto, y vaya si lo dieron. Algunos estuvieron donde tenían que estar por su halo estelar -Khris Middleton y Jrue Holiday-. Otros dieron un salto exponencial -Brook Lopez y Bobby Portis-. Y el equipo funcionó como un reloj en defensa, mostrándose muy fisico y enormemente coordinado, una coordinación que faltó en la defensa de Atlanta, que no tuvo su mejor día, llegando muchas veces tarde ante la brillante circulación de balón de los locales.
Brook Lopez fue una pesadilla para Atlanta. Hizo puntos y más puntos en la pintura hasta batir su récord anotador en playoffs y dejar en muy mal lugar a Clint Capela. El jugador californiano sumó 33 puntos, 7 rebotes, 4 tapones y 14 de 18 en el tiro de campo en la victoria de los suyos (123-112). Estuvo casi infalible en ataque y trabajó de forma excelente en defensa.
Las dos estrellas sanas locales se mostraron a un enorme nivel. Khris Middleton jugó 45 minutos para 26 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias. Fue el Middleton con cara luminosa dentro de una serie en la que las luces y las sombras acompañan a este exquisito jugador. Jrue Holiday, mientras, resultó esencial con su impresionante inicio de partido, su defensa y su maravillosa capacidad para orientar y organizar el juego. Un gustazo ver jugar a Holiday totalmente enfocado en su labor de base. Logró 25 puntos, 13 asistencias y 6 rebotes en 42 minutos. Un lujo de primer nivel para Milwaukee, un lujo que está marcando la diferencia, entre otros aspectos, respecto a la pasada temporada.
Y luego estuvo Portis. Titular por primera vez en un partido de playoff y nada menos que supliendo a Antetokounmpo. El siempre intenso Portis, aunque no siempre encauza bien esa intensidad en defensa, batió su récord anotador en postemporada marcándose un partido notable -22 puntos, 8 rebotes y 3 robos- ante la aclamación popular de la grada del Fiserv Forum.
La escuadra de Mike Budenholzer dominó el juego de principio a fin a pesar de tener una mala noche desde el triple, uno de los grandes termómetros del equipo. Terminaron los Bucks con 9 de 29 desde la línea de 3 tras llegar a fallar 12 consecutivos, pero ese mal desempeño nunca interrumpió su excelente línea de juego, celebrada desde la banda por un Giannis Antetokounmpo que no se cansó de animar a los suyos estando buena parte del partido de pie.
Acabó Milwaukee con un 50% en el tiro de campo, solo 8 balones perdidos, buena labor en los tableros y muchos puntos en la pintura.
P.J. Tucker trabajó bien y capturó 11 rebotes y Pat Connaughton, bastante cargado de faltas, fue el único suplente que salvó un poco su imagen, siendo la segunda unidad un pozo sin fondo para los de Wisconsin (2 puntos de los suplentes en los tres primeros cuartos).
Atlanta no tuvo tantos hombres dando un paso adelante para compensar la baja de Trae Young. El único que estuvo a un nivel de primera fue Bogdan Bogdanovic, que parece ir olvidando sus problemas de rodilla. Gran partido del serbio, que incluso se atrevió a apretar un poco a los Bucks en la recta final. Terminó con 28 puntos y 7 triples jugando 39 minutos.
Además de Bogdanovic, 19 puntos en 23 minutos de Danilo Gallinari, que sigue siendo uno de los jugadores más fiables de Atlanta a estas alturas de competición, otros 19 con 8 rebotes de un John Collins que empezó el partido con un 0 de 8 en el tiro y 17 y 5 asistencias de Lou Williams, que volvió a ser titular en lugar de Young.
En el lado positivo también la segunda unidad liderada por Gallinari y en el negativo el poco tino en el tiro de Kevin Huerter, que aportó en otras facetas a su equipo, y la gris jornada de Capela.
Los Hawks estuvieron 20 abajo en el primer cuarto, tuvieron 18 de desventaja en el segundo, llegaron a estar con un -14 en el tercero y con un déficit de 18 puntos en el último cuarto, pero nunca desfallecieron, aunque siempre se mostraron impotentes para remontar de verdad el marcador hasta el punto de poner en apuros a Milwaukee.
Ahora los Bucks están con ventaja de 3-2, es decir, a una sola victoria de llegar a sus primeras Finales desde 1974. Pero la serie se traslada a Atlanta y pinta que tal vez Trae Young pueda jugar.