Boston Celtics tuvo hoy una triple pérdida en una especie de cuadratura del círculo rocambolesca y verdaderamente desgraciada. Por una parte, derrota ante Portland; por otra, lesiones de Jaylen Brown y Jayson Tatum tras colisionar entre sí.
Fueron unos momentos fatídicos. A 55,6 segundos del final una canasta al contraataque de Norman Powell ponía el 119-126 en el marcador y alejaba casi definitivamente a los Celtics de la victoria. Pero lo peor llegaría 15 segundos después.
Carmelo Anthony sacó de banda con 119-126 en el electrónico y en la acción defensiva de Boston la desgracia quiso que los Jays chocaran entre sí justo delante de la atónica mirada de su entrenador, Brad Stevens. La imagen no pudo ser más descorazonadora para el equipo local: Jaylen Brown y Jayson Tatum en el suelo con evidentes gestos de dolor y todas las alarmas sonando al unísono y con la mayor fuerza del mundo en el TD Garden.
Una vez pasados los primeros momentos de pánico local, se pudo comprobar que el que peor parte se había llevado en el choque era Jaylen Brown, que abandonó la pista saltando sobre una pierna, una imagen preocupante. Tatum también se marchó a vestuarios, pero de una forma más serena. Caminando por su propio pie con una ligera cojera. No parece que lo de Tatum vaya a ser nada, pero lo de Brown resulta preocupante, más aún teniendo en cuenta que afrontó el partido siendo duda por los problemas que arrastra en un tobillo.
Más allá de esa triple desgracia de Boston, que ocupa puesto de play-in en el Este, hay que hablar de Portland Trail Blazers, un equipo desatado en busca de dejar a Lakers o a Mavericks en el play-in, lo que sería un batacazo notable, especialmente en el caso de los angelinos.
Portland está en plena gira por el Este, complicada gira, y ya lleva un enorme 4-0 para ponerse con registro general de 36-28, idéntica marca que Lakers y Mavs.
Victoria hoy ante Boston por 119-129 con 33 puntos, 10 en el cuarto final, de C.J. McCollum. Damian Lillard hizo 26 tantos y 13 asistencias, Norman Powell logró 23 puntos, Jusuf Nurkic añadió 14 y 11 rebotes y Carmelo Anthony, 13.
En Boston Celtics, Jayson Tatum, que venía de meter 60 puntos, hizo 33 más 5 asistencias. Está en una gran forma.
Los de Stevens gozaron por fin de un buen partido de Evan Fournier en ataque (21 puntos y 5 de 7 desde el triple), volvieron a disfrutar del desarrollo positivo del novato Aaron Neismith, que totalizó 16 puntos en 20 minutos con 4 triples sin fallo alguno, y sufrieron una noche ciertamente errática de Jaylen Brown, que antes de lesionarse firmó 16 puntos y 11 rebotes con 6 de 22 en campo y 1 de 9 en triples.
El partido tuvo dos mitades bien diferenciadas. La primera, carente de cualquier rigor defensivo, terminó 71-71 con Tatum ya en 24 puntos, dominio del rebote local, gran acierto de los dos equipos desde el triple y solo 2 pérdidas de balón de los Blazers. La segunda fue otra historia. Los dos equipos mejoraron sus defensas y ya no fue tan barato anotar. Parcial tras el descanso: 48-58.
Otra vez mató a los Celtics su capacidad casi infinita para perder balones. Es verdad que Blazers trabajó muy bien la presión sobre el balón, pero no es menos cierto que Boston terminó el partido con un balance de 3 robos por 18 pérdidas, un balance inadmisible.
Ambos equipos trabajaron de forma espectacular el triple, con los locales metiendo 20 y estando por encima del 50% de efectividad y los visitantes logrando 19 con el 50% de acierto.
El problema de Boston es que no supo definir en un apretado final y que perdió a sus dos grandes estrellas, aunque, para ser honrados, el partido lo tenía Celtics más que cuesta arriba cuando sus dos líderes se estamparon en la pista de forma fortuita.
Estamos ante dos equipos que están en la frontera playoff-play in en el Este y en el Oeste, pero Celtics anda a la baja y Blazers al alza.