Monumentales palizas las conseguidas por Utah Jazz y Philadelphia 76ers, dos de los equipos punteros de la NBA esta temporada. Jazz derrotó por 49 puntos a Sacramento Kings y Sixers se impuso por 44 a Atlanta Hawks.
Bochornosos desempeños de Kings y Hawks por mucho que ambos equipos estuvieran limitados por sus bajas.
Utah venció 105-154 batiendo el récord histórico de anotación de la franquicia y Philadelphia se impuso 127-83 clasificándose para jugar los playoffs.
Kings 105 Jazz 154
Impresionante vapuleo el sufrido por Sacramento, que ha perdido 12 de sus últimos 15 partidos. El segundo cuarto marcó un antes y un después. Parcial del cuarto: ¡17-46! Utah anotó 86 puntos (46 y 40) en los dos cuartos centrales y llegó a tener ua ventaja en el marcador más allá de la barrera de los 50.
Los 154 puntos anotados por Utah suponen un récord ofensivo de carácter histórico para Jazz, cuyo anterior récord estaba en 153 puntos y databa de la temporada 1977-1978, cuando los Jazz estaban afincados en Nueva Orleans.
Utah jugó sin Donovan Mitchell y Mike Conley, pero poco importó. El equipo de Quin Snyder metió el 64% de sus tiros de campo, anotó 24 triples con un 58,5% de efectividad, hizo un 20 de 21 desde el tiro libre, dominó el rebote, dio 36 asistencias y perdió 13 balones. Toda una exhibición que se reflejó en los números.
Hasta 8 jugadores visitantes metieron 10 o más puntos. Bojan Bogdanovic acabó con 24, Jordan Clarkson con 23, Georges Niang hizo 19 y 5 triples y Rudy Gobert se fue a 12 puntos, 10 rebotes y 5 tapones en 24 minutos.
Además, exhibición del ex de la liga española Matt Thomas al anotar 17 puntos en 9 minutos sin fallar un solo tiro (7 de 7 en campo con 3 de 3 desde el triple).
Utah queda con 45-17, lo que le permite seguir liderando el Oeste.
Sacramento no tuvo en sus filas a De'Aaron Fox y Harrison Barnes, entre otros. Sus máximos anotadores fueron Richaun Holmes y Buddy Hield con 18 puntos.
Sixers 127 Hawks 83
Pésimo partido de Atlanta en defensa y en ataque, y lujo el de los Sixers, que fueron capaces de arrasar a su rival a pesar de que los problemas de faltas y las circunstancias del partido hicieran que Ben Simmons solo jugara 16 minutos.
El partido no tuvo otra historia que el pase de los locales a los playoffs.
Emoción cero. Sixers puso la directa ya en el primer cuarto con marcador de 37-17, se fue al descanso ganando 67-39 y ya no hubo más historia.
El primer cuarto ya dejó al desnudo las tremendas lagunas defensivas de Atlanta, que a buen seguro desesperaron a McMillan, a pesar de que su equipo tuvo que jugar sin Trae Young, Kevin Huerter y Bogdan Bogdanovic, además de las consabidas bajas de Hunter, Reddish y Snell.
El partido se abrió con ese 37-17 y se cerró con un 34-20 en el cuarto final.
Al inicio del segundo cuarto, con marcador 40-17, los locales ya habían anotado 20 puntos al contraataque por 0 los visitantes, y es que los Hawks corrieron de pena hacia atrás, horribles sus transiciones.
Al descanso, Sixers llevaba 17 asistencias y solo 2 pérdidas de balón, mientras que Hawks sumaba 6 asistencias y solo había metido un triple (1 de 9).
Seth Curry fue el máximo anotador local con 20 puntos, Joel Embiid hizo 17 puntos, 7 rebotes y 3 tapones en 25 minutos, Tobias Harris sumó 17 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias y Milton, Korkmaz y Maxey llegaron también al doble dígito anotador.
En Atlanta, 21 puntos de John Collins y 14 de Solomon Hill, los dos únicos que se salvaron en parte dentro de un desastre colectivo.