Ha sido, tal vez, uno de los partidos más atípicos de toda la temporada. Se pareció a los tiempos modernos en que el ritmo de juego fue alto, se anotaron muchísimos puntos y se descuidó bastante el trabajo defensivo. Pero dejó este encuentro muchos ecos de un pasado remoto del baloncesto.
Por ejemplo, en la era del triple el triple apenas existió en este partido. ¡De los 212 tiros de campo ejecutados, 175 fueron de 2 y solo 37 se intentaron desde más allá del arco y de los 289 puntos anotados tan solo 36 procedieron del triple! Fue como volver a otro tiempo, como si el triple hubiera sido cortado de cuajo, extirpado, como si el modus operandi de la actual NBA se hubiera quebrado de repente.
Más allá de ello, fue este un encuentro dinámico, con bastantes cambios de liderazgo en el luminoso, marcadamente ofensivo y tremendamente equilibrado. De hecho, los últimos 5 minutos del cuarto final y los 5 de la prórroga se movieron con diferencias ínfimas en el marcador. Eso sí, hay que insistir, en el nulo compromiso defensivo de ambos equipos.
Al final, se llevó el gato al agua San Antonio, que ha ganado 5 de sus últimos 6 partidos y que está aguantando muy dignamente su caníbal calendario de la segunda parte de la temporada. Anda Spurs en un 31-29 tras ganar hoy a Wizards 143-146 y truncar la racha exitosa del equipo capitalino, que llegaba al encuentro habiendo ganado 8 partidos seguidos.
Spurs gozó una vez más de un grandioso DeMar DeRozan. Está estupendo el infravalorado alero de San Antonio. Esta vez, 37 puntos, 10 asistencias, por encima del 50% en el tiro de campo y 13 libres anotados sin fallo alguno.
Le secundaron Dejounte Murray (25 puntos, 17 rebotes, 5 asistencias y 3 robos, además de estar por encima del 50% en campo) y Keldon Johnson (21 puntos con 10 de 14 en el tiro). Además, 17 puntos en 20 minutos para Rudy Gay desde la segunda unidad.
La mala noticia para Spurs fue perder a Derrick White.
Excelentes ambos equipos en el control del balón, porque en un partido ágil cargado de posesiones (ambos equipos lanzaron más de 100 tiros) solo hubo 8 pérdidas de balón por parte de Wizards y 6 por parte de Spurs. Unas cifras espectaculares que tienen su reverso: se defendió poco o más bien nada.
Perdieron los Wizards a pesar de tener a Bradley Beal con 45 puntos y a Russell Westbrook con otro triple-doble (22 tantos, 13 rebotes y 14 asistencias), su 29º triple-doble del curso tras hacer 15 en los últimos 18 partidos y el 175º de su carrera NBA.
Pero las dos estrellas de Washington tuvieron sombras, más Westbrook que Beal. Beal lanzó 37 veces a canasta y solo dio una asistencia, aunque en su haber estuvo el no perder balones; Westbrook volvió a las andadas que parecía haber olvidado, ya que se despachó con una serie de 9 de 26 en el tiro y con 6 pérdidas de balón.
Wizards tuvo a otros 4 jugadores en 10 o más puntos, destacando los 17 tantos y 10 rebotes de Alex Len.
El partido tuvo bastantes cambios de dueño en el marcador y se dilucidó por detalles. DeRozan puso el 131-133 a 22 segundos del final, Beal empató a 133 a 15 segundos de la conclusión y DeRozan no fue capaz de desequilibrar el marcador en la última jugada, de modo que el partido desembocó en una prórroga.
Ya en el tiempo extra, 2 tiros libres cruciales de Patty Mills a 5 segundos del final para el 143-146 y triple final de Beal para buscar la segunda prórroga que se quedó corto. A los Wizards se les esfumó la magia. Al menos, de momento.