Tras dominar la primera mitad, los Lakers se hundieron de mala manera en la segunda. Lo hicieron a un ritmo incesante de tiros errados y a partir del momento en el que la conexión entre Luka Doncic y Dwight Powell quebró el buen modelo defensivo del equipo angelino.
Le mató a Dallas la intensa defensa de Lakers en la primera parte, con continuos dos contra uno para anular a Doncic, con precisas ayudas para anudar el ataque texano; y le mató a Lakers el momento en el que el esloveno se olvidó de los árbitros y empezó a aprovechar esa continua presión sobre su persona para repartir baloncesto entre los compañeros. Fue el momento en el que Dallas empezó a mover bien la bola y a ver más abierto el aro, fue el momento en el que Doncic y Powell, una pareja con una química indudable, empezaron a encontrar una autopista en medio de la pintura de los Lakers.
Doncic solo metió 18 puntos, pero dio 13 asistencias y resultó letal para los Lakers. Mientras, el canadiense Powell se sacó de la chistera su mejor partido desde que se lesionara el Aquiles cuando estaba en su mejor momento. Una alegría ver así a este jugador después del calvario que supone siempre una lesión así.
Powell vivió de la conexión con Doncic para facturar una actuación de ensueño: 25 puntos, 9 rebotes y 11 de 12 en el tiro de campo, con 12 puntos en el cuarto final.
La tercera pata en ataque del taburete triunfal de Dallas, que defendió a gran nivel en la segunda parte, fue Dorian Finney-Smith, que terminó con 21 puntos y 7 rebotes, aunque no hay que olvidar al alemán Kleber, que defendió con solvencia a Anthony Davis, sumó 9 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias y sufrió casi al final del partido un golpe tremendo que afortunadamente quedó en nada.
Los Mavs ganaron por segunda vez a los Lakers en 48 horas y se afianzan así en la sexta posición del Oeste, la que da derecho a entrar directamente en playoffs evitando el formato de play-in, acercándose además a los angelinos, que son quintos.
Ganaron los de Carlisle a pesar de jugar sin Kristaps Porzingis y sin Josh Richardson, dos titulares importantes, y de tener a Tim Hardaway Jr. en un muy negativo 2 de 13 en el tiro de campo.
Vencieron los locales después de ir perdiendo por 17 puntos en el segundo cuarto e irse al descanso cayendo 46-58.
Lo que vino después fue terrible para Lakers. Parcial de 62-35 en la segunda parte (Lakers metió 14 puntos en el cuarto final, con 0 de 10 desde el triple) para acabar con un claro 108-93, la máxima ventaja de Dallas en todo el partido.
¡Los Mavs cerraron el partido con un triunfal 15-2, pasándose así en algo más de 3 minutos del 93-91 al 108-93 final! Incluyéndose en ese parcial varias conexiones Doncic-Powell, un triple de J.J. Redick completamente solo -error garrafal de la defensa visitante- y otro de Doncic desde 10 metros que puso el 103-91 en el marcador y fue la puntilla para los Lakers.
Lakers desapareció en ataque tras el descanso tras firmar una gran primera parte a nivel defensivo y ofensivo (17 asistencias en los primeros 24 minutos). En la segunda parte rubricó un 12 de 40 en el tiro de campo (30%) y un 4 de 24 desde el triple (16,7%). Con esos porcentajes se hace imposible cualquier misión exitosa.
Otro partido sin LeBron James y otra derrota. Esta vez también faltó Kentavious Caldwell-Pope, que venía de hacer un gran partido en el choque anterior.
Anthony Davis elevó en el segundo partido tras volver de su lesión los minutos en cancha. Pasó de 17 a 28. Se le vio mucho más activo que en el encuentro anterior, pero también mucho más errático. Hizo 17 puntos, pero con 5 de 19 en el lanzamiento (0 de 6 desde el triple). Firmó en la segunda parte un 1 de 9 en el tiro que hizo bastante daño a los suyos.
Ben McLemore fue la sorpresa positiva de Lakers. Titular, gran primer cuarto y 20 puntos con 6 triples para ser el máximo anotador del equipo californiano, lo que ya de por sí no es una buena señal. Dennis Schröder hizo 16 puntos y 10 asistencias, pero con 7 de 18 en el tiro, y Kyle Kuzma sumó 14 tantos sin brillar en el juego.
Menos aún brilló Andre Drummond, que solo metió 6 puntos y no estuvo bien en defensa. Su tremendo despiste en defensa ante Powell en el primer cuarto ya fue un aviso para navegantes.
La gran novedad fue la presencia en la rotación de Vogel de Marc Gasol y la ausencia de Montrezl Harrell. Gasol hizo buenos minutos, aunque no encaró el aro. Terminó con 1 punto, 7 rebotes, 2 asistencias y 1 tapón en 18 minutos, y con un +4 de Lakers mientras él estuvo en cancha.
Dallas se impuso a pesar de las muchas pérdidas de balón que acumuló, especialmente a partir de la asfixiante defensa a base de traps sobre Doncic, que durante el segundo cuarto del partido se descentró, abandonó el buen tino, protestó sin descanso y se llevó su 14ª técnica de la temporada.
Fue cuando Doncic se centró en el juego, empezó a leer la defensa rival y decidió conectar permanentemente con su gran socio Powell cuando a Lakers le empezó a a fallar su hasta entonces exitoso entramado defensivo.
Además, los de Carlisle elevaron su intensidad defensiva en la segunda parte y Lakers se comportó tras el descanso como una auténtica escopeta de feria hasta hundirse definitivamente en el último cuarto. Otra vez su ofensiva, sin líneas de creación precisas, fue la fuente de lamentos de unos Lakers que sobreviven de mala manera sin LeBron James.