Pudo ser el milagro de los milagros, la gran jugada de la presente temporada. Chris Paul erró su segundo tiro libre con 0,8 segundos por jugar y marcador de 113-116, Joel Embiid capturó el rebote y lanzó a la desesperada un tiro prácticamente de aro a aro... ¡y no entró de milagro¡
Lanzamiento sobre la bocina a una mano según capturaba el rebote, tiro desde 25,5 metros y el balón que voló como si no fuera a bajar nunca hasta golpear el tablero de la canasta de Phoenix y rodear el aro para ser escupido cuando parecía que ya estaba dentro. El partido hubiera ido a la prórroga y la jugada se habría viralizado como la pólvora. De hecho, incluso fallando, la jugada se ha hecho viral. Aquí la podéis ver.
Phoenix va muy en serio. En apenas 48 horas ha ganado en Milwaukee y en Filadelfia a dos de los equipos más potentes de la competición. Venció por un punto a los Bucks y hoy lo ha hecho por tres (113-116) a los Sixers, aunque cierto es que unos Sixers con bajas de consideración como las de Ben Simmons, Tobias Harris y Seth Curry.
El baloncesto nos deja guiños maravillosos. Uno fue esa jugada imposible que Embiid casi convirtió en posible. Otro es el hecho de que un jugador que sufre un calvario en la pista pueda coronarse al final del partido como pieza elemental del éxito de su equipo. Sucedió con Devin Booker.
Booker tuvo una jornada para olvidar porque el trabajo en su marca de Matisse Thybulle fue simplemente espectacular. La defensa de Thybulle (que puso 3 tapones en el partido y se fue con 0 puntos en 36 minutos) alcanzó unos niveles de excelencia apabullantes. Pero llegaron los 2 últimos minutos del partido y la inmensa calidad de Booker salió a relucir para desequilibrar el partido a favor de los Suns.
Metió Booker 8 puntos en los últimos 2 minutos del encuentro, incluido un decisivo tiro a media distancia cuando faltaban 13 segundos para acabar.
Frente a él un Embiid que no se rindió. No lo hizo hasta el punto de meter 9 puntos en esos últimos 2 minutos.
La resistencia final de los Sixers fue numantina. ¡Pudieron los locales meter 3 triples en los últimos 7 segundos para forzar la prórroga! Embiid metió el primero a 7 segundos del final, Furkan Korkmaz hizo el segundo con 2,8 segundos por jugar y Embiid puso sellar el empate con ese triple kilométrico sobre la bocina que no entró de milagro.
Mientras, el jugador esencial en Suns, más allá de ese gran final de Booker, no fue otro que el ejemplar Chris Paul. El base de Phoenix acabó con 28 puntos, 8 asistencias sin pérdidas de balón, y 5 de 8 desde el triple. Cada día ofrece Paul una cátedra de baloncesto.
Booker terminó con 19 puntos y 7 asistencias gracias a su gran final, Mikal Bridges añadió 18 puntos, Cam Johnson hizo 15 desde la suplencia, Jae Crowder cayó lesionado y solo pudo jugar 13 minutos y Deandre Ayton se vio ampliamente superado por Embiid. Desbordado el joven bahameño.
El camerunés volvió a enamorar con su juego: 38 puntos, 17 rebotes y 14 de 23 en el tiro de campo. Eso sí, perdió 8 balones y se llevó un buen susto en el tercer cuarto cuando se echó mano a la rodilla. La cosa, afortunadamente, no pasó a mayores.
Acompañaron al camerunés, Danny Green con 18 puntos y 4 triples, el novato Maxey con 14 tantos producto de su descaro habitual y el buen trabajo desde la segunda unidad de los veteranos George Hill y Dwight Howard, además de la tremenda labor defensiva del ya citado Thybulle.
Los Sixers siguen líderes del Este tras esta derrota porque Brooklyn perdió su partido ante Toronto y los Suns permanecen fuertes en la segunda posición del Oeste.