Partido de quitar el hipo de Zach LaVine con una primera parte prodigiosa (¡39 puntos al descanso!), actuación memorable que se quedó sin premio por la reacción del mejor Trae Young y sus Atlanta Hawks.
El efecto LaVine no fue suficiente y quedó desactivado por la escuadra de Nate McMillan, que anda de dulce desde que es dirigida por el férreo entrenador.
Victoria de Hawks ante Chicago por 120-108 en un auténtico duelo de pistoleros entre Young y LaVine.
Young sumó 42 puntos, 8 rebotes, 9 asistencias y 15 de 25 en el tiro de campo para dejar atrás unos últimos partidos ciertamente grises. Elevó su propuesta a los niveles que se esperan de él. Espectacular el eléctrico base de los Hawks, que metió 18 puntos en la primera parte y 24 en la segunda.
LaVine, mientras, batió su récord anotador en la NBA con 50 puntos, que acompañó con 8 rebotes, 5 asistencias, 18 de 31 en el tiro de campo y 7 triples, ¡todos anotados en la primera parte!
Lo realmente mágico de la actuación de LaVine fue su primera mitad: ¡39 puntos, 5 rebotes, 13 de 19 en campo, 7 de 9 en triples y 6 de 6 en libres, tras meter 25 puntos seguidos en el segundo cuarto!
Se convierte LaVine en el primer jugador de Bulls desde Michael Jordan en 1997 en alcanzar los 30 puntos en una primera parte y en el tercer jugador con más puntos al descanso en un partido de la NBA en los últimos 25 años, solo superado por los 42 que logró Kobe Bryant en 2003 y los 40 que hizo Klay Thompson en 2016.
La cara amarga para Bulls fue ver cómo LaVine metía 39 puntos en la primera mitad y todo el equipo solo era capaz de encestar 42 en la segunda, lo que habla bien a las claras del gran trabajo defensivo desarrollado por los Hawks tras encajar 66 puntos en los primeros 24 minutos. El rapapolvo del sargento McMillan en el vestuario debió de ser de los que atizan conciencias.
Atlanta, que apenas metió 7 triples en todo el partido, tuvo a Clint Capela con 22 puntos y 10 rebotes y a Danilo Gallinari, que empezó completamente errático en el tiro, con 20 puntos tras completar una excelente segunda parte.
El equipo de McMillan suma 5 triunfos en sus últimos 6 compromisos, se pone en un registro de 28-25 y ya es cuarto en la clasificación de la Conferencia Este.
Chicago, además de la explosión anotadora de LaVine, solo contó en ataque con Nikola Vucevic (25 puntos y 10 rebotes). Con solo dos jugadores en la ofensiva resulta muy complicado ganar, más aún cuando se encajan 120 puntos.
El equipo de Billy Donovan dominaba el marcador 96-101 a 7 minutos del final, pero cerró muy mal el partido encajando en esos 7 minutos finales un parcial de 24-7 ante unos Hawks muy superiores a la hora de definir el encuentro.
Los Bulls, con esta derrota, ven cercenada su buena racha, ya que llegaron al partido con 3 victorias consecutivas, algo que era noticia para una franquicia demasiado acostumbrada en los últimos años a las rachas negativas.