Miami Heat y Los Angeles Lakers siguen caminos opuestos. Mientras que los de Florida han recuperado para la causa a casi toda su plantilla, los californianos afrontaron el choque sin los lesionados LeBron James, Anthony Davis y Kyle Kuzma y sin el sancionado Tylen Horton-Tucker. A pesar de ello, Lakers estuvo en la pomada casi hasta el final.
Reedición de las Finales de 2020. Reedición, eso sí, descafeinada por culpa de las bajas, lo que no supuso que el partido careciera de interés, ya que se movió durante toda la noche con marcadores ajustados.
Ese equilibrio en el marcador, casi siempre comandado por Miami, dio la impresión más de una vez de que no era real, que en cualquier momento los locales iban a pisar el acelerador y romper el partido, pero pasaron y pasaron los minutos y Lakers siguió agarrado a la competición, siguió enganchado a la posibilidad de ganar.
Ese enganche a la esperanza llegó hasta que un parcial de 9-2 puso el 104-94 a 2:14 del final tras un triple de Duncan Robinson y dos tiros libres de Jimmy Butler regalados por los Lakers, más concretamente regalados por Markieff Morris, que en un momento delicado del partido decidió autoexpulsarse al protestar reiteradamente al árbitro una acción que, tuviera razón o no, no debería haber protestado hasta tensar la cuerda hasta ese extremo.
Esos 10 puntos fueron un colchón suficiente para que Heat viviera con cierta tranquilidad los 2 minutos finales.
Victoria por 110-104 con un gran Jimmy Butler. El alero fue de menos a más hasta anotar 10 puntos en el último cuarto y terminar con 28, a los que añadió 7 rebotes, 4 asistencias, 3 robos y buenos porcentajes de tiro.
La mala noticia para Miami estuvo en Victor Oladipo, que cuajó un buen partido, terminó como segundo anotador del equipo (18 puntos), pero se fue lesionado de la pista en el último cuarto tras llevarse la mano a la rodilla una vez efectuado un mate. Habrá que esperar, pero su historial no invita en estos casos al optimismo.
Tyler Herro metió 15 puntos tras mostrarse muy acertado desde el triple y Bam Adebayo contribuyó con 13 tantos, 7 rebotes y 4 pases de canasta, mientras que Trevor Ariza volvió a ser titular y sumó 8 puntos en 27 minutos de juego.
Lakers, que definitivamente, tal y como cabía esperar, se va a permitir el lujo de tener a Marc Gasol como espectador en sus partidos, agradeció la explosión ofensiva de Kentavious Caldwell-Pope (28 puntos y 6 triples). Ofreció su mejor cara.
Regresó al juego Andre Drummond, que jugó 27 minutos para hacer 15 puntos y 12 rebotes, y debutó con Lakers Ben McLemore.
Destacar el buen papel de Wesley Matthews, que parece estar remontando su mala temporada. Montrezl Harrell hizo 10 puntos y 9 rebotes en 21 minutos y Dennis Schröder, al que le costó un mundo anotar, dio 14 asistencias y perdió 7 balones, mostrándose muy agresivo en la presión defensiva sobre el balón.
El partido, más allá de la igualdad, fue un auténtico catálogo de pérdidas de balón: ¡20 hizo Heat y 22 Lakers! Para hacérselo mirar.
Llamativo el hecho de que Miami tuviera a su disposición 18 tiros libres en el primer cuarto por solo 1 Lakers y que en el segundo los locales lanzaran 2 y los angelinos 14. Misterios propios de los arbitrajes que se están viendo en la NBA.
El partido nos dejó un asistencia-canasta de Goran Dragic, que cuando buscó el alley-oop con Jimmy Butler anotó un pase-tiro limpio, una preciosa canasta de Kentavious Caldwell-Pope finalizando el segundo cuarto, un enorme matazo de Oladipo en el tercer parcial del encuentro y al novato Achiuwa cometiendo 4 faltas en sus primeros 4 minutos en cancha.
Más allá de todo ello, Heat fue superior, aunque le costó exhibir esa superioridad en el marcador.
Con esta derrota, Lakers se pone con 32-20. El equipo de Vogel es quinto en el Oeste, pero tiene a Portland y Dallas al acecho, y no hay que olvidar que Dallas está ahora mismo en puesto de play-in.