Han sido 24 horas muy especiales para Ricky Rubio. Dos Suns-Timberwolves en días consecutivos, dos partidos del interacional español en la que fue su casa la temporada pasada, una casa de la que salió molesto por el trato que se le dispensó al final.
El primer duelo lo ganó Minnesota en un partido discreto del catalán; el segundo lo ha ganado Phoenix 113-101 a pesar de la gran actuación de Ricky.
Rubio fue de nuevo titular, estuvo 33 minutos en la cancha y terminó con 21 puntos, 5 rebotes y 10 asistencias sin pérdida alguna de balón (estupenda esa relación 10-0).
Además, el de El Masnou ofreció excelentes porcentajes de tiro con series de 7 de 10 en campo (con 3 de 6 en triples) y un 4 de 5 en libres.
Ricky presenta hasta la fecha sus peores números en las 10 temporadas que lleva en la NBA, unas cifras bajas que tienen que ver con su muy mal arranque de campaña que nada tiene que ver con su rendimiento actual.
De hecho, en marzo su juego y sus estadísticas han crecido enormemente. Promedia en marzo 13,9 puntos, 8,4 asistencias y 1,6 robos de balón con porcentajes del 53% en campo, el 38% en triples y el 87% en libres tras jugar 7 partidos.
Minnesota parece que empieza a ser competitivo bajo el liderazgo de Karl-Anthony Towns, que ha ido poco a poco adquiriendo su mejor tono, y del novato Anthony Edwards, que ha ofrecido algunos partidos espectaculares.