Warriors celebró a lo grande el cumpleaños de Stephen Curry. Steph cumplía 33 años y casi mete un punto por cada año de vida. Pero lo importante fue la victoria. Nada menos que ante el equipo de moda en la NBA, Utah Jazz.
Victoria por 131-119. Con 32 puntos, 9 asistencias y 6 triples del festejador Curry. Con partidazo de Andrew Wiggins. El alero firmó 28 puntos, 3 robos y 12 de 16 en el tiro de campo. Y con otra lección de juego de Draymond Green. El ala-pívot ya estaba en el triple-doble al finalizar el tercer cuarto. Acabó el partido con 11 puntos, 12 rebotes, 12 asistencias y 4 robos.
Además, gran participación de la segunda unidad local. Los suplentes totalizaron 51 puntos. Con mención especial para dos de ellos: Jordan Poole y James Wiseman. El primero hizo 18 puntos. Y el número 2 del último draft se fue a 16 jugando 23 minutos.
El mexicano Juan Toscano-Anderson estuvo 11 minutos en la cancha. Dio 2 asistencias. No anotó.
En Utah Jazz, portentoso un Rudy Gobert de récord. Jamás había capturado el francés tantos rebotes en un partido de la NBA. Terminó con 24 puntos, 28 rebotes (8 ofensivos) y 4 tapones. Esos 28 rebotes son la mejor marca de la temporada en curso.
Utah tuvo a 4 jugadores en 20 o más puntos y ni aún así ganó. Además de Gobert, 24 puntos de un irregular Donovan Mitchell y 23 de Mike Conley.
Mención aparte merece la exhibición de egoísmo de Jordan Clarkson. Poco edificante. Metió 21 puntos. Pero con 9 de 23 en el tiro. ¡Lanzó 23 tiros de campo en 25 minutos y dio 0 asistencias! Baste decir que Donovan Mitchell intentó 5 tiros menos que Clarkson jugando 11 minutos más. Y fue el segundo que más encaró el aro en el equipo de Quin Snyder. Clarkson se tiró hasta las zapatillas. Él es así.
Warriors hizo un estupendo partido en ataque. Y ganó a pesar de sufrir sobremanera en los tableros. No cerró bien su aro. Pero a cambio hizo circular bien el balón y estuvo muy certero en el tiro. Por encima del 55% en campo. Por encima del 50% en triples. Por encima del 80% en libres. Cifras ganadoras.
Ni siquiera precisaron los locales un buen rendimiento de Kelly Oubre Jr. Les bastó con aniquiliar al rival en la ofensiva. Aunque buena parte del trabajo lo hizo la horrible defensa de Utah Jazz. Mal hasta decir basta. Irreconocibles en ese campo los Jazz. Como irreconocible estuvo el equipo mormón desde el triple.
Golden State tenía ganas de jugar en el Chase Center. Acumulaban los de Steve Kerr 8 partidos como visitantes en sus últimos 9 compromisos. Y el Chase Center fue el lugar ideal para celebrar el cumpleaños de Curry. No había público. Pero al menos estaba en casa. Y era la matinal del domingo.
El partido llegó al descanso con ventaja local por 67-54. Por entonces, Warriors estaba en un 57,1% en el tiro de campo. Andaban los californianos acertados desde el triple. Curry llevaba 14 puntos. Wiggins 12. Y la gran noticia era que Green sumaba 11 (no anotaría en la segunda parte). El gran líder ofensivo de Utah era Conley con 18.
Warriors aguantó el marcador. Al final del tercer cuarto, 95-86. Y el encuentro entró en sus 2 últimos minutos con un 121-111. A partir de ahí, un triple de Wiggins y una canasta de Curry evitando el tapón de Gobert. La cosa seguía funcionando. Y la victoria local nunca estuvo en peligro. Con Curry yendo a los libres en los últimos segundos. Si no hubiera fallado uno de esos libres... Curry hubiera terminado con 33 puntos. Los mismos que sus años. Hubiera sido la guinda del pastel o la frutilla de la torta. Elijan la expresión que más les guste.